La empresa de fontanería JS Instalaciones en Paiporta ha sido una de las afectadas por la DANA, como la mayoría de los negocios de esta localidad valenciana. Está regentada por unos conquenses, concretamente de la pedanía de Cólliga, que abrieron el negocio en 2007. Ahora, uno de los dueños, José Juan García, asegura que están en «un paréntesis muy grande».
Afirma que el lodo ha destrozado todos los vehículos que tenían en unos bajos comerciales, así como herramientas y material de oficina que guardaban. 15 días después de la riada están empezando a «ver la luz» tras la limpieza del lodo y el barro. Sin embargo, lo que más necesitan en estos momentos, dice, son vehículos para volver a trabajar, maquinaria y equipos informáticos. «No sé cuándo saldremos de esta», sostiene García.
Por ello, las hijas y sobrinas de los dueños han creado una iniciativa a través de una página de donaciones con el fin de que los usuarios puedan aportar alguna donación económica e ir recuperando el negocio familiar poco a poco. Han puesto de objetivo una recaudación de 5.000 euros, y hasta ahora llevan más de 2.000 euros de colecta.
García indica que van avanzando en la limpieza de su local y han tirado la mayoría de las cosas, pero el problema persiste en las calles de Paiporta. «El saneamiento ha embozado, tienen todavía que limpiar, y encima ha llovido otra vez, por lo que se están volviendo a llenar. Estamos nadando a contracorriente», sostiene el fontanero. Destaca la ayuda de los voluntarios de otros puntos del país, sobre todo gente joven, que han ido a colaborar. «Vinieron unos del País Vasco que eran fontaneros y querían ayudar a compañeros de profesión».
En relación a la alimentación, afirma que en Paiporta no ha quedado ningún local operativo para poder comprar comida y bebidas, y muchos han tenido que ir andando a los pueblos de al lado para reponer, además de las donaciones que han ido llegando. Lamenta que «seguramente, cuando los medios de comunicación dejen de hablar de esto, se olvidará».
José Juan dice que «no quiere ni pensar» el dinero que ha podido perder en su negocio tras esta catástrofe, pues han sido 20 años de su vida dedicándose a esta profesión. Sin embargo, agradece que las pérdidas haya sido de dinero y no personales, ya que «hay muchos conocidos que ya no están», por lo que «poco a poco saldremos adelante».