J.J. Domínguez / C. Martínez
El 52472, el tercer premio del Sorteo Extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional, ha sido vendido en Cuenca. Concretamente en la administración número 11, ‘La Pecera de Oro’, ubicada en el centro comercial Mirador de la Avenida del Mediterráneo de la capital.
Antonio José Fajardo, el responsable de la oficina, ha explicado a Voces de Cuenca que ha vendido unas 15 series de este número, agraciado con 50.000 euros al décimo o, lo que es lo mismo, 2.500 euros por euro apostado. Por tanto, son siete millones y medio de euros los que ha repartido. Un dinero que ha ido a parar principalmente a los trabajadores del matadero de Villar de Olalla, de la empresa Cárnicas Frivall, y para sus amigos y familiares. Todo ha sido distribuido en ventanilla a través de décimos, sin dividirse en participaciones. Los empleados se fueron pasando a por este número asignado a la empresa.
A él, a Fajardo, la suerte le ha sonreído doblemente. Además del impulso para su negocio que supondrá haber dispensado este 52472 se une el hecho de que jugaba un billete. También lo llevaba un amigo al que se lo había reservado y que es reincidente, ya que hace dos años ganó el Gordo en el Sorteo de Navidad.
Es la primera vez que esta administración del centro comercial Mirador, abierta desde hace ocho años, da un premio importante en el sorteo del 22 de diciembre, si bien ya acreditan otros hitos como un primer premio de la Lotería del Jueves en 2013, 158.000 euros en el Euromillones y unos 30.000 en una Primitiva.
«Estaba imprimiendo unos papeles y al escucharlo, he levantado la vista y le he dicho a un compañero, este es el de Frivall. Escucha, que yo tengo uno, yo otro con amigos. Y ya ha comenzado a sonar el teléfono, el móvil… y hasta ahora. Estoy en una nube», ha relatado a los medios de comunicación que se han congregado en la administración junto a numerosos curiosos en un ambiente de júbilo y expectación. También ha visitado la administración el delegado en Cuenca de Lotería y Apuestas del Estado, Miguel López Caniego, que no podía disimular su júbilo y ha sido el encargado de pegar en las paredes los carteles con el número premiado.
Ha sido el padre de Antonio José el que ha comprado el champán en un hipermercado cercano a la administración, con el que celebrar por todo lo alto este premio, que ha llenado de alegría el centro comercial.
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