«Tenemos que buscar la excepcionalidad, nuestros productos y el talento de nuestros chefs lo permiten»

Entrevista con Miguel Ángel Valero, concejal de Cultura, Patrimonio Artístico y Turismo del Ayuntamiento de Cuenca

El 18 de enero Cuenca se convertía oficialmente en la Capital Española de la Gastronomía 2023, un título al que había optado sin éxito en varias ocasiones y que desde el Ayuntamiento de Cuenca resaltan que debe ser un punto de inflexión en el posicionamiento de la gastronomía conquense a nivel nacional e internacional. Conversamos con Miguel Ángel Valero, concejal de Turismo del consistorio capitalino sobre lo que puede y debe suponer un hito de estas características y sobre la situación del turismo en nuestra ciudad, sin duda el sector productivo más importante de la economía conquense.

Hace escasas semanas recogimos el testigo de Sanlúcar de Barrameda y nos convertimos en la capital española de la gastronomía 2023. Después de varias intentonas que había hecho la ciudad por fin se ha conseguido este título que no termina siendo otra cosa que un banderín enganche para la promoción de la ciudad.

Exacto, un título, o premio, que implica una responsabilidad, porque lo fundamental de esta capital española de la gastronomía es que tenemos que ser tan inteligentes como para que se aproveche, que sea el año en el que nosotros, si teníamos ya los mimbres para hacer una buena cesta, la atemos completamente y esa cesta luego después tenga sus frutos. Es cierto que los años anteriores, 2017 y 18, se intentó pero no pudo ser por diferentes motivos, y este año, cuando empezamos con la candidatura, sabíamos que teníamos también las mismas vicisitudes que se tuvo entonces, pero lo que hicimos fue hacer una candidatura completamente distinta a las que se suelen hacer. Estudiamos qué es lo que se había presentado en cada una de las que ganaron, y quisimos ir no un paso más, sino dos pasos más allá, de tal manera que le demostrásemos a esa capitalidad española de la gastronomía que somos capaces de realizar todas las actividades que en otras ciudades han hecho durante un año concentradas en un mes. Y ya está, es un reto nuevo, ilusionante, que asumimos con mucha responsabilidad y que estoy convencido que Cuenca lo va a aprovechar, porque en aquellas capitales españolas de la gastronomía que lo han aprovechado el revulsivo ha sido abrumador. Si Cáceres, si León, si Sanlúcar, si la zona murciana era conocida por otros recursos turísticos, en aquellos que lo hicieron muy bien la gastronomía fue un puntal importante y nosotros queremos eso.

¿Este título implica un posicionamiento para la ciudad que recibe ese nombramiento durante un año?

Pues me va a entender muy bien porque desde el punto de vista periodístico ustedes saben que esta distinción es muy importante para la proyección de una ciudad, tanto a nivel local, provincial, nacional e internacional. El mero hecho de haber sido galardonados con la capital española de la gastronomía ha supuesto un impacto en los primeros 15 días a nivel nacional e internacional que jamás había tenido Cuenca desde el punto de vista de descubrir a esos posibles turistas, a esos posibles visitantes con este nuevo valor conquense que se suma a la naturaleza, al patrimonio y al arte que es la gastronomía. Es un, permítame la expresión, altavoz para que llegue a todo el mundo, no sólo aquellos expertos en elementos gastronómicos.

“El mero hecho de haber sido galardonados con la capital española de la gastronomía ha supuesto un impacto en los primeros 15 días a nivel nacional e internacional que jamás había tenido Cuenca desde el punto de vista de descubrir a esos posibles turistas”

¿A qué obliga? Porque entiendo que cuando uno accede a esa condición de capital gastronómica se le pondrán una serie de pautas.

Cuando una ciudad opta a ser capital española de la gastronomía se redacta un dossier en el que se explica las bondades de tu ciudad y aquello que quieres hacer, es una declaración de intenciones y eso es con lo que nos hemos presentado también en 2022. Pero a esa declaración de intenciones nosotros le sumamos las acciones que hicimos en septiembre, las cenas en los museos, en el puente de San Pablo, en el río, de tal modo que eran acciones que habitualmente se dice que se van a hacer pero que nosotros hicimos previamente. Esa declaración de intenciones, ese dossier, ese calendario, era una base sobre la que trabajar y que obliga a tener un trabajo cuidado con los hosteleros, trabajo cuidado con los chefs, que haya formación, te obliga a estar en el punto de mira desde el punto de vista gastronómico con acciones punteras, pero no te obligan a hacer nada, sino que tú eres el que debes hacerlo y nosotros lo que hemos hecho es sobre aquella base del dossier que presentamos ampliarlo, es decir, lo que queremos hacer es lo que dijimos que íbamos a hacer y unas cuantas cosas más.

¿Hay algún programa de actos preparado para, no sé si para todo el año, o al menos para este primer semestre?

Hay todo un programa de actos que hemos entendido convenientes entre la capital española de la gastronomía y nosotros que hay que ir programando bimestralmente, para que aquellos que quieran venir desde fuera de Cuenca tengan la suficiente previsión con tiempo, pero también para que los conquenses lo puedan disfrutar día a día. Sí que tenemos toda una serie de actividades, de hecho tenemos una serie de actividades maratoniana, por tanto tenemos que ir realizándolas una tras otra y todas van a ir enfocadas a abarcar el mayor espectro de posibles turistas y a abarcar el mayor espectro de ciudadanos conquenses para que se impliquen como se implicaron en el mes de septiembre.

¿Nos puede adelantar cuáles son estas primeras acciones que hay con motivo de la capitalidad?

Hay una que se está celebrando ahora mismo, que es el congreso del bienestar que termina hoy, hay otra actividad importante también de promoción en grandes medios y luego después cada uno de los fines de semana tenemos actividades donde, por ejemplo, volveremos a la gastronomía diversa, que es aquella hecha por personas excepcionales que trabajan con cocineros un plato y luego después lo degustamos entre todos. No podemos olvidar el Día de la Mujer, pero no puedo entrar más en detalle porque hay que ir preparando el desarrollo del programa, pero sí que, por decirlo de alguna manera, este no es un buen año para hacer régimen.

Foto: Esteban de Dios

Entonces van a ir desvelando poco a poco las distintas actividades o acciones con motivo de la capitalidad.

Los fines de semana siempre va a haber actividad y entre semana también suele haber: va a haber formación, interacción, pedagogía. Va a ser crucial para nosotros trabajar con los chicos, con los mayores, trabajar con la tradición conquense pero también con la vanguardia, pero, insisto, iremos desvelando poco a poco el programa que creo que va a sorprender gratamente.

Este es un galardón que se lleva otorgando ya una serie de años y cuando hablar con gente de este sector te dicen que ha habido ciudades que lo han aprovechado bien pero otras no tanto. ¿Hay algún ejemplo un poco paradigmático de cuál ha sido una ciudad que ha aprovechado bien esta distinción y en la que nos podamos fijar especialmente?

Permítame que no entre en esa valoración. Insisto en que cuando preparamos la candidatura estuve analizando todas y cada una de las mismas y lo que hice fue directamente ver cuáles eran las mejores acciones de cada una de ellas, cuáles eran las más vanguardistas y darles una vuelta de tuerca más. Lo que sí que queremos es que sirva para más tiempo que sólo este año. Si nosotros estamos sólo pensando en el corto plazo de un año de capital española de la gastronomía no nos sirve, esto es una semilla que todo el sector tiene que aprovechar, tenemos que dar un signo de calidad, que lo tenemos, pero tenemos que enseñárselo a todo el que venga. Tenemos tanto talento que a lo mejor lo que nos ha faltado es lanzar nuestra gran oferta turística. Tenemos los mimbres, tenemos la materia gris que es el talento de los cocineros, tenemos la materia prima que es el kilómetro cero, lo que rodea a Cuenca y tenemos una gastronomía rotunda, deliciosa y austera, que es completamente distinta a la que tienen otras ciudades.

“Si nosotros estamos sólo pensando en el corto plazo de un año de capital española de la gastronomía no nos sirve, esto es una semilla que todo el sector tiene que aprovechar”

Evidentemente, para que algo como esto tenga éxito, requiere una implicación rotunda del sector, al fin y al cabo las administraciones y las instituciones públicas no son las que les van a dar de comer a los clientes. ¿De qué manera el sector se está implicando en esta capitalidad? ¿Detectan que hay ilusión, que es algo que se ha recibido como una buena oportunidad para que Cuenca se conozca más?

Sí, además estamos convencidos de que todo va a funcionar bien porque ya ha funcionado, y déjeme que me explique. Cuando forjamos la candidatura, lo primero que hicimos desde el Ayuntamiento fue hablar con todos los sectores implicados, pedirles opinión, gestamos mil reuniones de trabajo donde programábamos todos y ahí percibimos la implicación. Muchos de ellos nos dijeron que por primera vez se lo creían porque se les estaba teniendo en cuenta y que era la primera vez que se estaba trabajando de la mano. Trabajamos excepcionalmente montando el expediente entre julio y agosto, algo que no es fácil en la administración en esas fechas, desarrollándolo en septiembre y funcionó bien. En 12 horas agotamos las 400 localidades. Eso quiere decir que no solo funcionó muy bien con los agentes implicados, con la hostelería, sino que los conquenses también respondieron muy bien. Los conquenses respondimos excepcionalmente bien, ilusionados. Pues si ya funcionó en un mes de estrés ahora tenemos 11 meses que nos quedan para desarrollarlo y tenemos que ser igual de intensos para aprovecharlo, y estoy seguro que va a funcionar, porque los hosteleros son los que están empujando del carro también.

¿Qué es lo que tenemos que enseñarle a la gente que venga de fuera? ¿En qué tenemos que incidir? ¿Cuáles son nuestras grandes potencialidades en el terreno de la gastronomía?

Somos un tesoro por descubrir con un potencial fantástico, donde comidas tan rotundas como el morteruelo, todo lo vinculado a la caza, las setas, los productos de temporada, el ajo, el vino, el aceite, sabemos que es muy bueno, pero cuando gente que ha estado por otros sitios viene y lo prueba aquí lo que nos dice es que esto es excepcional. Tenemos que buscar eso, la excepcionalidad, porque nuestros productos y el talento de nuestros chefs así lo permiten. Solamente con que trabajemos como están trabajando ahora le vamos a demostrar a los que nos visiten que todo funciona muy bien.

Cuenca se ha convertido casi en un foco de escepticismo. Los conquenses nos creemos pocas cosas últimamente, no sé si porque hay un ambiente de desafección o porque hemos generado un sentimiento de aislamiento y es difícil que la gente se ilusione con según qué cosas. ¿Qué les diría usted a esas personas que no terminan de creerse que esto de la capital de la gastronomía es algo realmente importante?

Lo que les pediría es únicamente que miren, que lean y que observen. Intentar una tercera vez conseguir la capital española de la gastronomía ya hubo quien dijo que era una absoluta locura y más en año preelectoral. Sin embargo, creímos, trabajamos todos juntos y no sólo el sector sino, insisto, la ciudadanía. Nos lo creímos y hemos ganado. Es verdad que el cómputo normal de los conquenses somos pesimistas, escépticos, pero esto es una realidad, lo hemos conseguido y lo que tenemos que hacer es aprovecharlo. Y cuando hablo con los conquenses, están verdaderamente contentos de que seamos capital española de la gastronomía, porque competíamos con muchas otras ciudades con un potencial abrumador.

¿Están teniendo algún feedback por parte del sector de si se está moviendo algo de una manera distinta a otros?

Todos sabemos que del 15 de enero al 15 de febrero son las peores fechas para todo el turismo, sin embargo desde el punto de vista gastronómico, desde el punto de vista turístico, no estamos funcionando mal, hay interés. He hablado con varios restauradores y lo que me hablan es que sí, que la gente se preocupa y sabe que somos la capital española de la gastronomía. Por mi trabajo habitual, pues soy arqueólogo e investigador, sé que Cuenca es conocida por otras cuestiones y compañeros, italianos, franceses y demás, me han dicho “oye este año sí o sí hay que hacer el congreso en Cuenca porque además me han dicho que se come estupendamente”.

¿Es una oportunidad?

Sí, es una oportunidad. Yo hago una metáfora que creo que es la adecuada. Cuenca es una mesa. Era una mesa de tres patas en la que somos ciudad patrimonio de la humanidad por tres puntales fundamentales, arte, patrimonio y naturaleza. Y una mesa de tres patas es bastante estable, puedes moverla sin ningún problema, pero tenemos una cuarta pata, que nosotros sabíamos que la teníamos pero el resto no, que es la gastronomía. Una cuarta pata de posibles clientes, posibles turistas, posibles interesados que ya pueden venir aquí a degustar al mismo tiempo que admirar y observar. Creo firmemente que es una apuesta importante y que nos va a rentar positivamente tanto desde el punto de vista cultural y social como el económico, que es el que nos interesa.

Foto: Esteban de Dios

Una cuarta pata que además supone fuerte estímulo económico, porque ahora mismo el turismo gastronómico es de los turismos sectoriales más fuertes económicamente. Hay mucha gente que es capaz de organizar sus vacaciones o sus viajes alrededor de una comida.

Sí, efectivamente, con algunos de los restaurantes que hemos hablado nos dicen hay gente que ahora viene a Cuenca a esa comida y ya que está en Cuenca les preguntan por más cosas. Estamos empezando a generar un turismo que hasta ahora no venía. El turismo venía a observar las bondades de la ciudad patrimonio de la humanidad, pero ahora esa ciudad patrimonio de la humanidad es una ciudad de gastronomía potente, sabrosa; aunque también hay gente que viene a ver el patrimonio y descubre la gastronomía, pero el que viene a la gastronomía y descubre el patrimonio estamos absolutamente convencidos de que va a funcionar muy bien.

Hace días anunciaba el presidente de la Diputación, que su idea era que no solamente la capitalidad gastronómica tuviera una influencia en la capital, sino que de alguna manera también se notara en la provincia de Cuenca. ¿Usted, como diputado de turismo, nos puede decir en qué sentido quieren que tenga incidencia?

Soy diputado de turismo desde hace un año y medio y fíjese que precisamente este año hemos aumentado un 42% el turismo en la provincia, somos la segunda provincia española con mayor aumento sustantivo dentro del turismo. Lo hemos enfocado en el turismo patrimonial y de naturaleza, y ahora queríamos sumar uno más, que es el de la gastronomía. Es una oportunidad fantástica trabajar junto con la ciudad, porque al fin y al cabo, antes lo dije, la ciudad se abastece de los productos del kilómetro cero, que es nuestro entorno conquense, y lo que queremos es aprovechar esa capital española de la gastronomía de Cuenca para que redunde en la provincia. Si la gente conoce Cuenca ciudad, que tiene que ser la locomotora, pero una vez que llega a Cuenca ciudad, descubre Cuenca provincia, con actividades también que se realizarán en otras localidades, es un doble descubrimiento para aquel turista que llega aquí, y es un doble beneficio porque no sólo se queda el dinero en la ciudad, sino que redunda también en otras poblaciones, muchas de ellas muy necesitadas.

Hablamos ya de otras cuestiones relacionadas con el turismo de la ciudad de Cuenca. Tuvimos dos años muy malos en el año 2021 y 2021 muy marcados por una pandemia mundial que, lógicamente, influyó muchísimo en los flujos turísticos. ¿Estamos ya en cifras prepandémicas, al menos en la ciudad de Cuenca?

Si hacemos un cómputo global de 2019 y 2022, nos faltaban mil pernoctaciones para llegar a las cifras prepandémicas, o sea, dentro de las ciento y pico mil que hay estamos ya casi en el punto de eclosión. Además, lo que hemos visto es un aumento cuantitativo importante en los últimos meses. Hay que reconocer que la pandemia ocupó todo 2020 y lo anuló. Fue un año nefasto desde el punto de vista turístico. El 2021 nos permitió, con los cierres perimetrales, que vecinos nuestros nos descubrieran, que pudieran venir a Cuenca y luego el boca a boca nos ha funcionado muy bien, porque esos vecinos nuestros han hablado a sus familiares y han venido también a Cuenca. Nos hemos dado cuenta que hay un turismo de proximidad que había permanecido ajeno estos años y ahora estamos otra vez en las cifras normales, si bien es verdad que hay que mirarlo también en 360 grados y que lo que nos falta es el turismo internacional, pero no es que nos falte a nosotros, es que le falta a toda España. Hemos aumentado ostensiblemente el turismo nacional y el turismo internacional consideramos que podemos estar en buena posición no sólo para recuperarlo sino aumentarlo.

Resulta un poco paradójico ver cómo en un escenario de crisis importante con enormes subidas de los precios de la energía, con una inflación galopante, con problemas económicos de diversos tipos, con una guerra en Europa que nos afecta directamente, cómo la gente no renuncia a viajar. ¿El turismo es ya un producto de tan primera necesidad como son los alimentos, la ropa o el calzado y la gente no renuncia a él pase lo que pase?

Pues sí, sí, realmente hemos llegado a ese punto. Hay dos lecturas. Una de los agoreros y catastrofistas, los que dicen que hemos visto la muerte cerca y que ahora queremos aprovechar el día a día, el carpe diem, y hay otra, que es la que yo creo, que es que cada vez leemos más a Cervantes. Y es que el que lee mucho y viaja mucho, conoce mucho y vive mucho. Una de las cosas más bonitas de mi trabajo habitual es cuando doy conferencias es que aprendo de otros sitios a los que voy, el intercambio, el comercio de ideas. Los viajes nos permiten tener un comercio de ideas, conocer otros sitios, conocer otros sistemas, conocer otros elementos que pueden ser aplicables luego a tu vida.
Cuando yo entré en política, una de las cosas en que yo me basaba es en que todo el tiempo que estuve viajando vi cosas por ahí que quería hacer, optar a capitales, optar a revulsivos nuevos, nuevos festivales y, bueno, no han sido negativos para esta tierra.

“Hemos aumentado ostensiblemente el turismo nacional y el turismo internacional consideramos que podemos estar en buena posición no sólo para recuperarlo sino aumentarlo”

Sí, porque parece que al menos a corto plazo que el recurso fundamental de la economía de esta ciudad es el turismo, para qué nos vamos a engañar.

Sí, nos quejamos mucho de que no tenemos otras cosas, pero este recurso no tenemos que desdeñarlo, ojalá y siga completándose con otras acciones que estoy seguro que se completarán, pero ahora mismo es un punto crucial de la economía y debemos de estar orgullosos.

¿Las previsiones para este 2023 son buenas?

Son buenas, son muy buenas, además hace poco en un periódico nacional leí las 20 ciudades que más van a recibir el aumento turístico y la segunda estaba Cuenca.

Eso conlleva una responsabilidad a la hora de ofrecer un servicio a nuestro visitante, porque ha habido sitios con un potencial turístico tremendo que se hundieron o que tuvieron grandes crisis porque se veía al turista como una esponja que había que exprimir hasta que no le quedara una gota.

Y más, permítanme también decir que hay sitios con un turismo brutal basado en el patrimonio que le afecta negativamente al patrimonio, efectivamente. Nosotros corremos el riesgo de que el turismo sea masivo y no ordenado, no rentable y no sostenible y entonces moriríamos de éxito o estaríamos afectando uno de nuestros principales valores, pero desde que estamos aquí fíjese que todos nuestros disparos desde el punto de vista turístico han ido orientados a un turismo tranquilo, pausado, de calidad y que no buscamos aglomeraciones, sino que buscamos el disfrute, el deleite y una sensación única, que la gente se vaya con una nueva sensación a casa y nuestra mejor tarjeta de visita sea el boca a boca.

Para terminar, me gustaría que nos hablara del Plan de Sostenibilidad Turística.

Bueno, nos presentamos a una concurrencia competitiva para obtener un plan de sostenibilidad turística y lo ganamos también, un millón ochocientos mil euros para turismo. Jamás se ha tenido un millón ochocientos mil euros para promoción turística, además de la propia partida municipal de turismo, y eso es porque, insisto, tampoco creían que podíamos conseguirlo. Oiga, pues nos presentamos y hemos ganado también, es que somos muy insistentes y eso nos ha permitido hacer cosas completamente nuevas. Por ejemplo, el metaverso, somos de las pocas ciudades que estamos en metaverso, hay gente que desde Nueva York entra en Cuenca, tiene reuniones en Cuenca y visita Cuenca. El metaverso es como internet en el año 2000, es un sitio que no sabemos cómo se desarrollará, pero en el que ahora mismo hay que estar porque te permite que esos clientes que ahora tienes, que son virtuales porque tienen dieciocho años, cuando llegue la hora de viajar y tengan el dinero suficiente querrán venir a Cuenca.
El plan de sostenibilidad nos ha permitido apostar por el turismo pausado y tranquilo, pero además pedagógico, de la naturaleza. Nos ha permitido actualizar las guías, no solo actualizarlas, sino que hemos generado cinco guías. Nos ha permitido además hacer los proyectos de la entrada de la ciudad, de la señalética. Nos ha permitido la digitalización y la formación de la hostelería, nos ha permitido algo fantástico que es el teletrabajo friendly, somos una ciudad a 50 minutos de Madrid con un nivel de vida brutal y que muchos de los que trabajan agobiados en otras ciudades tienen aquí un locus amoenus que está funcionando muy bien.
Lo que nos dicen las estadísticas es que nuestros turistas de toda la vida se están manteniendo y tenemos un nuevo target, que es al que hemos echado el anzuelo durante esta pandemia gracias al plan de sostenibilidad turística. Por tanto, insisto, lo que hemos hecho es ampliar y apostar por el futuro.