El Servicio de Epidemiología de la Delegación de Sanidad de Cuenca, en colaboración con el de Toledo, ha concluido que las intoxicaciones alimentarias que sufrieron 22 jóvenes el pasado mes de mayo en la ciudad no se originó en el comedor universitario Juan Giménez de Aguilar de la capital conquense.
Según el informe que ha publicado este Servicio y confirman desde la Delegación de la Junta de Comunidades, el brote se produjo con un alimento que compraron estos jóvenes durante su viaje a modo de tentempié para comer en el autobús y que no conservaron en las condiciones necesarias de frío.
El delegado de Sanidad en Cuenca, a través de fuentes oficiales de la Junta, ha afirmado que este tipo de brotes están “dentro de la normalidad”, “sobre todo en épocas de calor”, ha asegurado. Estas mismas fuentes recuerdan que, en aquel momento, no hubo ningún ingreso hospitalario y que tampoco hubo ningún caso grave.
Los 22 jóvenes fueron atendidos en el Hospital Recoletas de Cuenca el pasado 3 de mayo, y formaban parte de una excursión de 54 personas procedente de la localidad castellonense de Oropesa del Mar.
En aquel momento, Noemí Bachiller, directora del comedor universitario, ya afirmó que dicho establecimiento no tuvo nada que ver con esta intoxicación, y que, precisamente, son los encargados de «servir las dietas al Hospital Recoletas».