La Hermandad de San Isidro Labrador (de Arriba) ha celebrado este sábado los actos centrales del día grande de su festividad. Un año más, ha estado marcada por la pandemia, suspendiendo su tradicional procesión hasta el barrio del Castillo desde la ermita-cementerio de San Isidro.
Sí se ha cumplido con la bendición de los campos, que en esta ocasión ha sido desde el atrio de la ermita. Además, Miguel Ángel Albares ha presidido un acto religioso en el que se ha bendecido el nuevo sagrario y el baldaquino, coronado con la cúpula de San Pedro.
Ha sido numerosa la presencia de fieles e incluso para poder cumplir con las medidas de seguridad algunos de ellos han tenido que quedarse fuera de la ermita.