La empresa conquense Rujamar, la mayor productora de huevo ecológico en España, instalará sus oficinas centrales en la ciudad de Cuenca “antes del verano». Así lo ha confirmado Rubén Martínez, presidente ejecutivo de la compañía, que ha confirmado que ya tienen seleccionadas dos ubicaciones en la capital desde las que gestionar sus 200 trabajadores y dos millones de gallinas, además de una facturación de 50 millones.
Martínez señala que esta mudanza está motivada por su creencia de que “las medidas de bioseguridad cuanto más estrictas sean, mejor”, ya que el acceso continuo de personal, además de visitas externas, a las instalaciones cercanas a la explotación avícola supone un importante riesgo sanitario, y pone como ejemplo los focos de gripe aviar que se han detectado de forma reciente en zonas como Guadalajara.
Respecto a la planta de nuevo producto proyectada también en Cuenca, el presidente de Rujamar ha confirmado que en este momento se encuentra paralizada debido al aumento de los costes, generado por el complejo momento económico nacional e internacional: “El presupuesto que a mí me pasaron antes de la pandemia y, sobre todo, antes de la de la guerra de Ucrania, en valores absolutos eran 22 millones de euros y ahora estamos 31 millones de euros, por lo mismo que iba a invertir. Creo que ahora no es el momento de invertir, tenemos que esperar a que los precios bajen”.
“El proyecto de un millón de gallinas de San Clemente se da por finiquitado”
Otros de los planes de expansión de Rujamar era la instalación de un núcleo en San Clemente de un millón de ponedoras, que finalmente se transformará en un proyecto para 80.000 gallinas camperas divididas en cuatro naves de puesta para las que ya cuentan con los permisos. Martínez ha señalado que esta decisión se tomó tras las críticas de una asociación ecologista y que “el proyecto de un millón de gallinas de San Clemente se da por finiquitado”.
El gestor de Rujamar ha indicado que argumentaron “que íbamos a contaminar las aguas subterráneas, que vamos a inundar los pueblos colindantes de moscas” y defiende que “todo eso es falso, porque tenemos Rujamar ahí, que tiene el mismo número de gallinas, el pueblo está un kilómetro y no pasa nada de eso”.