Renfe ha avisado de que aumentará la frecuencia con la que realizará controles aleatorios tanto en el check-in de las estaciones como en el interior de los trenes para comprobar el uso correcto de los abonos Avant y de Media Distancia.
La compañía ha tomado esta medida ya que estos abonos, objeto de subvención, son nominativos, por lo que el DNI de la persona debe coincidir con el que aparece en el abono. En caso contrario, Renfe sancionará a los viajeros, según dispone la normativa de ‘Condiciones generales de los contratos de transporte’.
También ha detectado usuarios que reservan varias plazas y después no viajan ni las anulan «dificultando que otros viajeros en esos horarios y trayectos puedan conseguir su plaza, y provocando que el tren lleve plazas desocupadas aunque aparezca como “tren completo”», argumentan.
Por todo ello, Renfe apela a «la responsabilidad de los viajeros» y pide «un buen uso de los abonos para no perjudicar al resto de ciudadanos».
Las medidas que afectan a los abonos Avant, que cuentan con un descuento del 50%, sí que tendrán repercusión en los trenes que pasan por Cuenca. Pero no con los servicios de Media Distancia y los abonos gratuitos asociados a ellos, ya que ninguno de los trayectos afecta a nuestra ciudad.
Media Distancia convencional
Para este tipo de servicios, Renfe ha ampliado a una hora (actualmente son 10 minutos) el tiempo en el que una reserva debe ser formalizada o, en caso de no realizar el viaje, anularse. De esta forma, los usuarios que no vayan a utilizar la plaza reservada con los abonos deberán cancelarla con un mínimo de 60 minutos de antelación. En caso de que, al menos en tres ocasiones, no hayan cancelado la plaza con la mencionada antelación, perderán el derecho a adquirir nuevos abonos durante los siguientes 30 días.
Previamente, Renfe enviará al viajero, con ocasión de las dos primeras cancelaciones no realizadas con la antelación mínima requerida, sendas comunicaciones al contacto facilitado por el mismo, que le advierta de las posibles consecuencias.