La continua evolución de los datos de incidencia de la COVID-19 ha llevado aparejado un cambio permanente en la normativa que no ha favorecido, en determinadas circunstancias, la confusión entre pacientes, failiares e incluso profesionales del sistema sanitario.
Actualmente, con la incidencia acumulada a catorce días por debajo de los 50 casos por 100.000 habitantes la principal limitación que se mantiene es el acompañamiento de una persona por paciente en los hospitales, centros de Atención Primaria y consultas externas siempre que el paciente no tenga COVID. En el caso de que sea positivo, están restringidas las visitas. Sin embargo, por norma general, está permitido un acompañante con las personas hospitalizadas, sin tener que ser la misma persona, como ocurrió al inicio de la pandemia. Puede ir rotando. De momento, no se permiten visitas adicionales.
También se permite un acompañante para las personas que acudan a una intervención quirúrgica, a una consulta externa o a un Centro de Atención Primaria. En todos los casos, sigue sieno obligatoria la mascarilla, mantener la distancia de seguridad y extremar el lavado de manos y la higiene como mejor forma de evitar la propagación del virus. Resaltar que las personas con síntomas respiratorios deben evitar el contacto directo y no deben ejercer como acompañantes.
Por otro lado, señalar que las actividades vinculadas a voluntariado como Cruz Roja, mesas petitorias… podrán realizarse en salas generales que reúnan las condiciones de seguridad. Este es una de los cambios recientes ya que hasta ahora este tipo de actividades contaba con restricciones.
En cualquier caso, destacar que las Gerencias de Atención Integrada (GAI) pueden suspender las visitas o restringir las medidas en función de la evolución de la pandemia o de circunstancias puntuales como brotes. De hecho, no todos los hospitales o centros de salud de Castilla-La Mancha mantienen las mismas medidas ya que las van ajustando a la situación sanitaria y a sus condiciones particulares.
