Este jueves ha quedado inaugurada la exposición Entrelazamientos, de la artista italiana Rossella Vasta, en la sede de la Fundación Antonio Pérez de la capital conquense. En ella ha estado presente la propia artista, y el coleccionista Roberto Polo, de cuya propiedad es la muestra que desde hoy se expone en el centro de arte contemporáneo.
«Para mí es un honor especial introducir a través de piezas de mi colección la obra de Rossella Vasta, ella forma parte de un grupo de artistas italianos que en la década de los ochenta se rebelaron contra el aspecto comercial del mundo del arte contemporáneo. Muchos de ellos fueron a trabajar a la región de Umbría, la región del mundo que más saltos ha dado», ha señalado Polo ante los medios de comunicación.
La puesta en marcha de esta muestra, con motivo de la celebración del 25º aniversario de la Fundación Antonio Pérez, ha materializado la colaboración entre esta fundación y la Colección Roberto Polo en Cuenca, del Centro de Arte Contemporáneo de Castilla-La Mancha. Los dos espacios artísticos que comparten espacio en la ciudad y ahora han puesto en marcha una de sus primeras colaboraciones. Según el propio Roberto Polo «existen algunas exposiciones ya programadas, una de ellas con motivo de la Semana Santa y otra sorpresa que todavía no podemos desvelar. Los intercambios entre los centros de Toledo y Cuenca no dependen de mí, es una tarea del Patronato, es decir, de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Para este año tenemos tres y para el próximo año también tenemos algunas programadas, osea, que esto continuará».
Sobre la sede del centro de Arte Contemporáneo en Cuenca, Roberto Polo, que es el segundo donante de arte más importante del Museo del Louvre, en París, o del Metropolitan de Nueva York, ha señalado que «según mi contrato con la Junta la sede del museo tiene que abrir antes de final de este año, pero eso no va a ocurrir porque hubo una pandemia y hubo una disminución de presupuestos. Posiblemente este proceso se alargue uno o dos años después, pero no pasa nada. La sede temporada, la antigua iglesia de Santa Cruz, que es más pequeña, es una joya».
Por esta causa, por la falta de espacio «muchas obras están almacenadas todavía y me gustaría compartirlas para continuar con el papel pedagógico». A nivel personal, el balance que hace el coleccionista Polo es positivo porque «el número de visitas se ha incrementado notablemente desde la pandemia, situándose en los 45.000 visitantes. El público que más aprecia las obras es el que viene de grandes ciudades como Madrid o Valencia o que vienen del extranjero», como importantes directores de museos internacionales, ha manifestado.
Sobre la sede permanente, el coleccionista ha subrayado que originalmente el espacio para albergar la colección es el Archivo Histórico Provincial, «pero si la Junta decide que hay otro espacio más práctico, no tengo problema con eso, soy flexible, lo importante es que se abran y que se expongan las obras. No para que estén en un almacén».