Ni la lluvia parecía querer perderse este viernes de actuaciones en el Festival Otoño en Cuenca. A primera hora de la tarde hacía acto de presencia tímida pero persistente, hasta que finalmente ha decidido retirarse para dejar paso al espectáculo. Mayores y niños han ido apareciendo tímidamente con ganas de revivir las emociones producidas por los conciertos, exhibiciones y pasacalles del pasado fin de semana.
Para empezar, qué mejor manera que hacerlo con un paseo por el entorno natural de la ciudad. Una veintena de personas ha salido desde el Nazareno con dirección a las Casas Colgadas, tomando un “atajo” por el Cerro del Socorro. De la mano de Daniel G. Yunta (Rutas Veleta), los participantes han podido conocer un poco más de la geología, flora y fauna del entorno en una tarde en la que la temperatura ha acompañado al grupo en su ruta y a veces también una ligera lluvia.
A esa misma hora, una actividad muy diferente ha tenido lugar en Diputación. Los dramaturgos y finalistas de los Premios Max, Laura Galletero y Pablo Huetos, han comenzado los ensayos para lo que acabará en una muestra teatral denominada El Síndrome de Otelo. Para ello han contado con varias chicas y chicos que estarán preparando una pequeña obra que trata temas como la violencia machista, la homofobia o el acoso en redes y que representarán este domingo a las 11.30h en Diputación.
Ya con las anteriores actividades en marcha, la danza esperaba con angustia que la climatología permitiera unirse a la fiesta. Con unos minutos de retraso, daba comienzo la exhibición de danza urbana de Uriel Formación Artística. Un público entregado disfrutaba con distintos estilos de baile interpretados por la pareja que estaba sobre el escenario y con cameos de alguno de los músicos, que alternaban tocando instrumentos como el didjeridú o el santur.
Y después de tanto movimiento, otra actividad. Muchos han sido los curiosos que se han ido acercando a lo largo de la tarde a Carretería para poder viajar hasta por la ciudad y su entorno, pero esta vez sin moverse del sitio gracias a las gafas de realidad virtual. Otro punto de vista muy distintos de las joyas naturales y el patrimonio conquense, del que numerosos niños y niñas disfrutaban entre gritos de asombro y risas de sorpresa.
De vuelta a la realidad, el grupo conquense Heritage este año sí (el año pasado se canceló por lluvia) pudo hacer disfrutar al público con sus ritmos jazzeros, brasileños y su “música do mondo” en San Esteban. Para poner fin a la noche, Riá Pitá mezclaba “Tanxugueiras” con taconeo dejando maravillado a los asistentes con el espectáculo de danza “Amor o miedo”, emplazándoles a seguir disfrutando en la jornada del sábado y esperando que la lluvia fuera un acompañante más, pero sin restar protagonismo.
Se pueden consultar el resto de actividades por día en la web del festival https://festivalotonocuenca.com/ y en las redes sociales: @festivalcuenca en Instagram y Festival Otoño Cuenca en Facebook.