A las 15:30 daba comienzo el tradicional desfile de Peñas hacia la Plaza Mayor desde la Plaza de España. Pero antes, cientos de personas ya se congregaban para ultimar los detalles de los disfraces, probar si la zurra había salido buena o preparar las coreografías con la charangas.
El concejal de festejos, Mario Fernández; el presidente de la Asociación de Peñas Mateas, Mario Pinós; y los diferentes coordinadores de las peñas y de los cuerpos y fuerzas de seguridad, organizaban como podían a las peñas y hacían el conteo de las presentes. Al final, 26 de las 41 peñas oficiales han participado.
Ahora sí, una vez todo controlado, comenzaba el peregrinaje hacia la Plaza Mayor. Algunos con DJs, como ‘Sin Vaso no Paso’ o ‘Martín Alhaja’; otras tantas con Charanga, como ‘Entoavía’, ‘Tendidos Ceros’ o ‘La Vacachorra’. Pero lo importante era subir con buen ambiente, y eso lo han cumplido todas.
Todos los peñistas subían cantando, bailando, bebiendo y compartiendo zurra y anécdotas con los viandantes, que también disfrutaban desde otro punto de vista. Tampoco han faltado los vídeos ni las fotografías ni desde la calzada ni desde la acera.
Muchas de las peñas tenían concurso de disfraces, como ‘Raspaná’ o ‘A Cascoporro’, y se notaba. Los Picapiedra, muchas Barbies, los personajes de Amongus, el Team Rocket… o incluso el callejero conquense (Alfonso VIII, San Pedro, Avenida de la música española o también la de Castilla La Mancha, entre otras) se han podido ver en la subida por las calles de la ciudad.
De vez en cuando alguna mirada hacia el cielo con respecto al agua había. Unas veces para comprobar si llovía, cosa que al final no ha sucedido aunque las nubes amenazasen; y otras para pedirle agua a los vecinos, que respondían con vasos, cubos o palanganas enteras. Así que, caer agua del cielo, ha caído.
Otra de las cosas que está clara es que el desfile y San Mateo tienen futuro. Por ejemplo, en ‘Tendidos ceros’ había pequeños de cuatro años, en el ‘Risco los Atávicos’ un bebé de cuatro subía por primera vez a la plaza, o incluso una niña en ‘San Ateo’, que ya participa en el desfile con dos meses y medio de vida.
Al final las peñas han tardado alrededor de una hora y media en alcanzar su destino, donde les esperaba Javier Benayas para leer su pregón. Una Plaza Mayor abarrotada de gente que ya respira fiesta por todos sus costados.
En cualquier caso, el Desfile de Peñas es un buen resumen de lo que es San Mateo y todas las formas que hay para vivir la fiesta: con amigos, con la familia, visitando otras peñas, bebiendo y lanzando zurra, no probando gota… y cansándose con las cuestas que llevan al Casco Antiguo.