Masivo desfile de sábado de San Julián

Tanto los participantes como el público respondieron pese a la cancelación de este viernes y llenaron las calles de la capital

Este sábado de San Julián los conquenses sí pudieron disfrutar de un desfile de carrozas y salieron a la calle para disfrutar de la emoción del inicio de sus festejos. La lluvia aguó la fiesta el viernes pero supo retirarse a tiempo y dejar una limpia tarde de agosto para que los niños conquenses ver la cabalgata.

Como no hay mal que por bien no venga -y las mejores fiestas suelen ser los sábados-, el cambio de fecha y el adelanto horario (el viernes el inicio estaba programado a las 20:15 horas y este sábado ha salido a las 18:45 horas) ha desembocado en una mayor afluencia de público al desfile, sobre todo el infantil.

Eso sí, también es cierto que el público ha tenido que concentrarse en menos espacio, pues el cambio ha supuesto el recorte desde la calle Colón hasta Calderón de la Barca. Este acortamiento ha tenido como daño colateral la eliminación del espacio para niños con TEA que el Consistorio había preparado como novedad en la avenida de la Virgen de la Luz.

En lo que respecta al desfile, como siempre. Los niños de las asociaciones vecinales regalando sonrisas y caramelos en todo momento, las diferentes agrupaciones respondiendo pese al cambio de día y participando, música a todo volumen y por supuesto, lluvia de caramelos.

El desfile ha contado con pasacalles a cargo de las patinadoras del CD Hoz del Júcar, la batukada de Sambas Colgadas, Tiruraina con los gigantes y cabezudos, Amigos del Carnaval y la Banda Municipal de Música de Cuenca dirigida por Juan Carlos Aguilar. El Club Cuenca Motor 4×4 ha colaborado tirando con sus vehículos de unas carrozas que han estado ambientadas con diferentes temáticas en las que los niños iban disfrazados: Roma, Egipto, Venecia, el Circo, unos magos, el lejano Oriente y el mundo marino. La última carroza ha estado reservada, como es habitual, para la Corte de Honor, que se ha empleado a fondo para no dejar a ningún niño sin dulce.