Cuenca sigue siendo un destino en ascenso para los turistas, pero enfrenta serios desafíos en la gestión y regulación del sector turístico. Y es que mientras el paisaje natural que rodea la capital y los monumentos locales atraen cada vez a más visitantes, la falta de control sobre los guías turísticos, la oferta de ‘free tours’ con guías que viven de propinas, así como la insuficiente promoción de la capital y la provincia constituyen, según los propios expertos del sector, algunos de los retos que amenazan con frenar su potencial. Por ello, reclaman una mayor colaboración entre instituciones y sector privado para mejorar la calidad del servicio y la sostenibilidad de la actividad.
Guillermo de León es un guía con amplia experiencia en Cuenca y su provincia. Ha explorado en numerosas ocasiones sus rincones más turísticos, compartiendo su historia y sorprendentes anécdotas que dejan siempre una huella en quienes lo escuchan. Considera que el crecimiento del turismo, tanto en la capital como en la provincia, es «moderado» y se muestra preocupado por aspectos como la falta de control sobre los guías turísticos y la insuficiente regulación en las actividades turísticas.
«Uno de los principales problemas es la ausencia de inspecciones y el control sobre los guías, lo que permite que muchos turistas lleguen a la ciudad con guías no certificados, especialmente en el caso de los grupos internacionales», afirma.
El guía considera que esta falta de fiscalización, presente desde hace años, ha generado una situación en la que los guías extranjeros operan sin cumplir los requisitos fiscales ni laborales exigidos: «En Cuenca no existe un control real. Esto se traduce en que los turistas, por ejemplo, grupos de chinos, vienen con sus propios guías, mientras que en ciudades como Toledo o Sevilla los turistas deben contratar guías locales», asegura.
En su opinión, este vacío regulatorio afecta no sólo a la calidad de los servicios turísticos, sino también a la economía local, ya que los guías que no están registrados no contribuyen a los ingresos fiscales de la región. Además, el fenómeno se extiende a las agencias de viajes que, al no existir un control estricto, se benefician de esta situación.
Jurgen Hans Loos lleva doce años ejerciendo como guía en Cuenca y considera que el problema principal del sector turístico conquense en la actualidad es la ausencia de control sobre las visitas sin factura, conocidas como ‘free tours’, donde los guías no reciben una compensación adecuada y el servicio al cliente queda en entredicho.
Repunte del turismo en Cuenca
Por otro lado, los datos recientes sobre el turismo en la provincia de Cuenca muestran un aumento que, a juicio de Guillermo de León, son «moderados» y «aún insuficientes». Según el guía turístico, «aunque pasar del 3% al 5% de afluencia es un avance, estamos muy por debajo de lo que podríamos alcanzar». Esto se debe -a su juicio- a varios factores, como «la falta de promoción efectiva, la limitada oferta de hoteles y restaurantes, y la baja calidad en la gestión de monumentos y parajes naturales».
En concreto, De León subraya que la gestión ineficiente de los recursos turísticos también se refleja en la infrautilización de ciertos monumentos, lo que genera una situación insostenible en términos económicos y culturales. «Es una realidad que monumentos valiosos están infrautilizados debido a restricciones de aforo y una mala gestión. Esto es un lujo que no podemos permitirnos», afirma el profesional del sector.
Para Jurgen Hans Loos, la evolución positiva del turismo se percibe en un repunte de visitantes, especialmente los fines de semana. No obstante, apunta que aunque se observa una mayor afluencia de turistas, muchos de ellos no pernoctan en la ciudad y se limitan a realizar visitas diurnas, lo que afecta directamente a la economía local: “El perfil del turista ha cambiado. Hay más gente, pero parece que gastan menos”, afirma. Además -señala-, «el auge del turismo independiente, con visitas autoguiadas a través de aplicaciones móviles, está restando protagonismo a los tours guiados tradicionales».
Reclaman colaboración entre instituciones y sector privado
David Mateo Huerta Romero es guía oficial en Cuenca desde hace dos años y afirma que uno de los principales problemas que enfrenta el sector es la estacionalidad del turismo.
Según Huerta, «Cuenca recibe muchos visitantes los fines de semana, pero en los días laborables la afluencia disminuye considerablemente» A pesar de esto, ha observado un ligero aumento en las reservas en los últimos años. Con motivo del Día Mundial del Guía Turístico, reclama «una proyección más activa y conjunta entre las instituciones y el sector privado», destacando la «falta de colaboración entre ambos, lo que, en su opinión, limita el desarrollo del turismo en la ciudad».
En cuanto a lo que más atrae a los turistas, los guías coinciden en que el paisaje natural que rodea a la capital es uno de los aspectos que más fascina a quien la visita por primera vez. Respecto a los monumentos naturales, señalan que el Nacimiento del río Cuervo y el Parque Natural de la Serranía son los puntos más visitados fuera de la capital, aunque consideran que se necesita una promoción más exhaustiva de toda la zona, en particular de la Ciudad Encantada, ubicada cerca de Cuenca, y también de otros enclaves destacados como el yacimiento de Noheda. A su juicio, la promoción de la ciudad, a través de internet y medios locales, sigue siendo clave para atraer tanto a turistas nacionales como internacionales. Sin embargo -añaden-, la falta de tiempo y la preferencia por visitas rápidas limitan la exploración de otros atractivos fuera de la capital, como la Serranía y otras comarcas con enormes atractivos turísticos.
En definitiva, Cuenca está experimentando un crecimiento en el turismo. Sin embargo, los expertos apuntan que la necesidad de un control más efectivo sobre los guías turísticos, las tarifas y la promoción de los recursos turísticos siguen siendo una prioridad para garantizar la calidad del servicio y la sostenibilidad del sector.