Los vendedores ambulantes muestran su hartazgo a bocinazos en otro martes sin mercadillo

Estos comerciantes han recorrido con una caravana improvisada las calles de la ciudad para por los problemas para ejercer su actividad y el daño económico que padecen.

Martes y mercadillo eran dos conceptos asociados de manera casi automática en la mente de los conquenses. Al menos hasta que las restricciones establecidas por la Consejería de Sanidad para frenar la expansión del coronavirus han supuesto la prohibición de su instalación. Desde el martes 13 de octubre no se han vuelto a instalar los puestos este espacio comercial provisional y al aire libre que ocupaba los terrenos del antiguo club Serranía unas horas cada semana. 

Otro martes, este 10 de noviembre, ha sido la fecha elegida por un grupo de vendedores ambulantes para desarrollar una acción de protesta que, avisan, se irá repitiendo si no se atienden sus demandas ni ofrecen soluciones a la precaria situación en la que se encuentran por la imposibilidad de ejercer su profesión.  

Alrededor de una treintena de comerciantes se han concentrado esta mañana en el Recinto Ferial de la capital conquense. Desde allí ha partido una caravana compuesta por sus furgones, turismos y furgonetas que, a bocinazos, ha recorrido gran parte del mapa urbano de la ciudad para mostrar al conjunto de los ciudadanos sus reivindicaciones. Colón, Fermín Caballero, Hermanos Becerril, Aguirre, Avenida Castilla-La Mancha, Ronda Oeste, Plaza de España, calle del Agua… Las principales vías de la ciudad han acogido esta marcha informal en la que, por las dinámicas del tráfico, se han entremezclados otros vehículos ajenos a la protesta.

«Como tenemos tanto tiempo libre ahora, hemos decidido venirnos aquí un ratito. Y así lo haremos más veces», ha explicado a Voces de Cuenca Javier Contreras, uno de los participantes en la marcha motorizada. Sus peticiones se resumen en una idea fuerza: «Queremos que nos permitan trabajar con normalidad».

Y «ese trabajar con normalidad» no es posible, apunta, tampoco con las últimas modificaciones anunciadas por el Gobierno regional, que permitirá la instalación de mercadillos en las localidades que tengan Nivel 3, como Cuenca, siempre que no superen  un tercio de sus puestos habituales. «No es viable que un vendedor solamente pueda ir a una ciudad o un pueblo cada tres semanas».

En su opinión, que es común entre sus compañeros de gremio, lo que habría que hacer no es limitar el número de paradas sino el aforo de compradores y asistentes, al igual que ocurre con los supermercados y centros comerciales, donde se va a fijar en un máximo del 30%. «Tiene mucha más lógica porque reducir los puestos lo único que provoca es que se concentre más gente en menos lugares», apuntan desde el sector.

Contreras defiende que la suya es una actividad segura, siempre que se apliquen algunas medidas preventivas como la distancia de seguridad o la higiene de manos. «No lo digo yo, lo dicen los expertos: al aire libre hay mucho menos riesgo de contagios», argumenta.

Desde que comenzaron las limitaciones asociadas a la segunda ola, estos profesionales han visto reducidos sus ingresos en alrededor de un 75-80%. Las cancelaciones de mercadillos no se han producido sólo en aquellas localidades donde Sanidad los había prohibido expresamente sino también en otras cuyos ayuntamientos han decidido por su cuenta no permitirlos o reducirlos únicamente a productos de alimentación. Un golpe a un sector del que, según las cuentas de Contreras, dependen en la provincia alrededor de 2.000 personas. 

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Encuentro con Prieto

El diputado regional del Partido Popular y presidente de esta formación en la provincia, Benjamín Prieto, ha querido acompañar esta mañana al grupo de vendedores ambulantes y ha mantenido un encuentro con ellos en las inmediaciones del Bosque de Acero, punto de inicio de la marcha. Prieto ha mostrado, de esta manera, su apoyo “a las personas emprendedoras que realizan cada día una actividad económica entre las que se encuentran los vendedores ambulantes”.  

El diputado regional ha destacado “la grave incertidumbre y problema que tienen a la hora de desarrollar su trabajo. Este colectivo es histórico”, ha añadido,  “estamos acostumbrados a verlos en nuestros mercados, en calles y constituyen una parte importante de nuestra  economía y una respuesta a los hábitos de compra de cientos y cientos de familias”. Benjamín Prieto ha denunciado “la falta de seguridad y la imposibilidad que sufren para desarrollar su actividad laboral”, por lo que ha exigido a los ayuntamientos y especialmente a la Junta “soluciones y que les permitan sobre todo trabajar. El Partido Popular ha presentado en Las Cortes una propuesta para que esta situación se clarifique y que cuanto antes puedan volver a su labor, a su faena de cada día porque lo único que quieren es que se les deje trabajar y que tanto los ayuntamientos como la administración regional pongan la seguridad y los medios para ello”, ha insistido.

Prieto ha coincidido con los vendedores ambulantes en sus críticas ante el cierre de mercadillos o medidas incongruentes como limitar los puestos, “sería más sensato que haya un control de aforo”, ha afirmado. El colectivo también le ha trasladado su descontento por el agravio comparativo que sufren con respecto a otras actividades económicas similares y que se desarrollan en otros lugares, que sí están permitidas, “es cierto que, al fin y al cabo, los mercadillos transcurren al aire libre y, hoy por hoy, la posibilidad de contagio por coronavirus es menor en estos lugares, si llevamos mascarillas y respetamos las distancias de seguridad, que en sitios cerrados”.

Para concluir, Prieto ha reiterado su petición a los gobernantes actuales de “no optar por lo que a ellos les resulta más fácil y cómodo que es suspender, cerrar y anular todo tipo de actividad. Los ciudadanos y colectivos como empresarios y autónomos, necesitan con urgencia soluciones y poder trabajar no que les exijan, encima, pagar impuestos sin tener ingresos”. /VOCESDECUENCA.