Las Asociaciones de usuarios de tren AVE, AVANT y Media Distancia se han mostrado a favor de las acciones de vigilancia y control antifraude por parte de RENFE, pero rechazan las medidas anunciadas, de aplicación a partir del 1 de marzo de 2024, «por ser contrarias a la flexibilidad y agilidad en los viajes que llevan reclamando durante estos últimos años».
Según señalan en un comunicado las Asociaciones de usuarios de tren AVE, AVANT y Media Distancia de Castilla y León, Castilla-La
Mancha, Galicia, Aragón y Andalucía; los dos puntos determinantes que se van a implantar son la prohibición de formalizar viajes consecutivos y el aumento del tiempo mínimo para anular un viaje a 60 minutos,» lo que hace inviable absorber cualquier tipo de incidencia en el desplazamiento desde el lugar de trabajo o estudio a la estación». Las Asociaciones señalan que si durante el trayecto a las estación para tomar el tren ocurre algún problema, como retrasos en el transporte público, dentro de los 60 minutos anteriores a la salida del tren «no se podrá anular la plaza previamente formalizada. Este hecho, unido a la prohibición de realizar formalizaciones para trenes consecutivos, conlleva la imposibilidad de tomar el tren y, llegado al extremo, no poder regresar a casa si esto ocurre con los últimos servicios».
Estos colectivos entienden la necesidad de implantación de medidas antifraude por parte del Ministerio de Transportes y de RENFE. Sin embargo, pese a proponer diferentes ideas, «las decisiones tomadas no han tenido en cuenta dichas propuestas, ni tampoco se ha preocupado Renfe en buscar un punto de encuentro, entre la operadora y los usuarios. Es más, parecería que han sido tomadas por personal de RENFE que nunca ha tomado un tren AVANT y desconocen completamente el día a día de sus usuarios, ni tampoco el importante impacto que provoca en los usuarios y en sus familias, cualquier medida adoptada por Renfe, por pequeña que sea».
«Absoluta rigidez y falta de agilidad»
Por ese motivo, ponen nuevamente de manifiesto «la absoluta rigidez y falta de agilidad de RENFE para absorber las incidencias del transporte diario y favorecer la movilidad y conciliación». Recuerdan nuevamente que el servicio AVANT se usa principalmente por usuarios que viven en una ciudad y se desplazan a otra a trabajar o estudiar. Lamentan que, la adopción de estas medidas, lejos de lograr combatir el fraude que persiguen, «van a producir un descenso en el uso de los trenes AVANT, por su propia imposibilidad de uso y hartazgo de los usuarios que dispongan de medios alternativos». Complementariamente, señalan que los sistemas digitales de RENFE (web y app) «presentan fallos recurrentes que van a imposibilitar la aplicación de las medidas».
El conjunto de Asociaciones de usuarios instan al Ministerio de Transportes y Movilidad sostenible, del cual emanan dichas medidas, a reunirse con éstas en aras de conseguir un uso eficiente y efectivo de los recursos públicos y que se garantice el control del fraude sin perjudicar a los usuarios recurrentes. Las Asociaciones, tanto en público como a nivel particular dentro de sus posibilidades, han trasladado a diferentes organismos y estamentos medidas antifraude que no perjudicarían el día a día de los viajeros. Tras la publicación de las medidas anunciadas por RENFE, han surgido multitud de preguntas e interrogantes a los viajeros, que temen no poder regresar a sus lugares de residencia empleando los abonos bonificados, viéndose abocados a desembolsar el precio de un billete sencillo (ostensiblemente superior al billete bonificado).