El pistoletazo de salida de la Semana Santa de Cuenca comenzó el Viernes de Dolores con el tradicional pregón, este año a cargo del periodista y escritor Juan Ignacio Cantero, en su ubicación habitual, el Teatro Auditorio ‘José Luis Perales’. Fue el día de estreno para la agrupación que ha licitado los servicios de Banda de Música Municipal, la Asociación Musical Virgen de la Luz.
Las primeras impresiones para su presidente, Rafael Redondo, han sido «muy buenas» de los primeros días de Semana Santa. Destaca el trabajo de los músicos, «muy comprometidos» con todas las actuaciones y con «buena aceptación» tanto en el pregón, dirigido por Miriam Castellanos, como en el desfile de Domingo de Ramos al mando de Jesús Mercado. «Ayer tuvimos la mala suerte de que empezamos y lo suspendieron, a ver qué pasa esta tarde», sostiene Redondo ante la previsión de lluvias este Miércoles Santo.
Manifiesta que a pesar del «poco tiempo» que han tenido los músicos de la asociación para ensayar tras los vaivenes de la licitación, la junta directiva ha podido organizar quién dirigía cada cortejo procesional. Redondo sostiene que los músicos no han modificados las piezas que tocan. Sin embargo, este año han estrenado durante el pregón la marcha del Peso al Calvario, compuesta por José Aguilar, saxofonista de la asociación y que «promete mucho», resalta el presidente.
Rafael Redondo señala que en cada procesión están saliendo a tocar entre 50 y 51 músicos, de los que el presidente destaca que «hay gente muy joven», el que más con 17 años. Asimismo, resalta nuevas incorporaciones a la agrupación una vez que se le ha concedido el contrato «y nos está diciendo más gente que quiere entrar», sostiene.
Redondo celebra que tanto las Hermandades como las autoridades y los conquenses estén «contentos» de la labor que está llevando a cabo la asociación musical. El presidente además afirma que quieren unirse a las asociaciones musicales de Castilla-La Mancha. «Es un proyecto nuevo que hemos lanzado y cuando pasen los días de Semana Santa lo haremos», concluye Redondo.