Viene siendo habitual pasear por algunos parques de Cuenca y escuchar a los vecinos quejarse por tener que darse la vuelta cuando un perro corre en dirección hacia ellos o, al revés, a los dueños de los perros por tener que ponerles la correa con lo que disfrutan sueltos. «Me gusta ver a los perretes en el parque, son muy graciosos, pero a veces pueden asustar aunque te digan que no hacen nada», comenta Jennifer una de las vecinas del Parque de Los Príncipes.
Vale la pena recordar la ordenanza municipal del Ayuntamiento de Cuenca para proteger los espacios públicos y la convivencia ciudadana, que recoge en su artículo 43 la posibilidad de que los perros que no sean potencialmente peligrosos puedan estar sueltos en las zonas y lugares señalizados por el Ayuntamiento, pero con un horario. Esta es la parte que más cuesta recordar.
Y es que en los parques y jardines públicos que no tengan zona acotada solo podrán estar sueltos, bajo la estrecha vigilancia de su cuidador, desde las 19:00 a las 9:00 horas en otoño e invierno, y desde las 21:00 hasta las 8:00 horas en primavera y verano. Por no hablar de que se prohíbe la presencia de perros en los areneros y zonas de recreo infantil. Asimismo se menciona como infracción grave no cumplir la obligación de censar a los perros de razas potencialmente peligrosas o pasear con estos sin una correa resistente y bozal.
En este sentido, se han solicitado los datos a la autoridad competente sobre la progresión de sanciones por falta de vigilancia, hasta que los proporcionen cabe reforzar la información sobre la convivencia pacífica de los espacios públicos, como reza precisamente el título de la norma cívica.
