Desde este jueves los enfermos renales de la provincia que lo soliciten podrán contar con una ayuda extraordinaria para afrontar los problemas derivados de la crisis actual provocada por la pandemia del COVID-19, según informa ALCER Cuenca.
Aunque ser enfermo renal en sí no hace que los que se tenga más probabilidades de contagiarse de coronavirus, las circunstancias de cada estadio de la enfermedad son las que provocan este aumento; las personas que necesitan acudir a las unidades de diálisis varias veces a la semana se exponen más al contagio al ser también usuarias de transporte sanitario, mientras que las personas ya trasplantadas toman la medicación inmunosupresora, a fin de no perder el injerto renal, que provoca una bajada de defensas, lo que aumenta las probabilidades de una complicación en caso de una infección por COVID-19.
Actualmente en la provincia de Cuenca hay alrededor de 80 personas que acuden a diferentes centros de hemodiálisis. En los mismos se han activado los correspondientes protocolos para evitar posibles contagios dentro de las mismas salas; realizar controles de temperatura, mantener distancias de seguridad, uso de equipos de protección, aislamiento de posibles contagiados, …
Por otro lado, son más de 120 las personas trasplantadas en nuestra provincia que deben establecer un aislamiento lo más restrictivo posible; lo que provoca que pacientes que se encontraban trabajando hayan tenido que solicitar una baja y los autónomos hayan tenido que cesar su actividad pese a en ocasiones pertenecer a los sectores económicos considerados como esenciales.
Desde el inicio de la crisis ALCER Cuenca, en modalidad de teletrabajo. estableció las siguientes líneas de actuación específicas: – Dentro del área psicológica, la atención se realiza de forma telemática, tanto a través de llamadas como de videollamadas. Se proporciona servicio tanto a enfermos renales, atendiendo los posibles episodios de pánico o ansiedad que puede provocar la especial vulnerabilidad de este colectivo, como a personal sanitario, mediante la atención psicológica de situaciones de miedo, ansiedad o posibles depresiones derivadas de la presión actual en el ámbito hospitalario. – En el área social se realizan apoyo en la gestión de trámites administrativos on-line, en el aplazamiento de citas o consultas médicas cuando sea posible, en el control de pacientes desplazados a otras provincias y que se han visto obligados a quedarse en las mismas por el estado de alerta, o en la gestión de las ayudas de emergencia previstas expresamente para la ayuda en el COVID-19.
Asimismo se puso en marcha un servicio de apoyo domiciliario, acudiendo a la compra, recogiendo medicamentos tanto en la farmacia como en el hospital para medicación hospitalaria de pacientes trasplantados, paseando a las mascotas de pacientes que viven solos,… y se creó una red de apoyo mutuo consistente por un lado una base de voluntarios para recibir llamadas, y por otra una de enfermos que soliciten apoyo telefónico de otros pacientes, fomentando así el apoyo mutuo al poner en contacto perfiles similares. Igualmente, se envía información a los pacientes y socios vía WhatsApp y en redes sociales; a fin de promover la una información veraz y contrastada evitando el alarmismo y el pánico que provocan ciertos bulos.
Todas estas intervenciones ahora se ven apoyadas por la creación de un fondo e de ayudas económicas en situaciones de extrema necesidad para la adquisición de alimento o medicación en aquellos pacientes que por causa del COVID-19 hayan tenido una pérdida de poder adquisitivo. Este fondo ha sido creado por la aportación extraordinaria de Globalcaja, a través de su convocatoria para aquellas asociaciones, fundaciones e instituciones sin ánimo de lucro que desarrollen proyectos o iniciativas encaminadas a reducir el impacto de la pandemia en Castilla-La Mancha.
Los beneficiarios de estas ayudas serán enfermos renales o familiares con necesidades de índole económica y social surgidas a partir de la mencionada situación de alarma, que requieran de una actuación inmediata, sin la cual podría producirse un deterioro o agravamiento de la situación de necesidad, generando procesos de vulnerabilidad social y de riesgo social.
La finalidad de las ayudas será:
– Adquisición de alimentos, productos de higiene, medicamentos u otros enseres de primera necesidad.
– Pago de facturas de suministros: luz, agua, impuestos, …
– Pago de servicios asistenciales: ayuda a domicilio, servicio de alimentación, …
– Otras situaciones no contempladas que pudieran ser susceptibles de ayuda urgente.
Dichas ayudas se podrán solicitar por teléfono, 608115107, contactando con la trabajadora social de la entidad que baremará la solicitud recibida y establecerá el proceso de apoyo en cada caso. Las bases de la convocatoria están disponibles en el siguiente enlace.
Desde ALCER Cuenca animan a todos los enfermos renales a utilizar tanto este fondo como el resto de servicios de la entidad, recordando que sus profesionales siguen trabajando en los diferentes programas de la entidad a fin de mejorar la calidad de vida de los enfermos renales de la provincia. Igualmente, agradecen a Globalcaja la colaboración prestada para la creación de este fondo de emergencia.