El mercadillo de la capital conquense ‘debuta’ este martes con las condiciones del decreto aprobado la semana pasada por el Gobierno regional tras el estado de alarma que establece que no podrá superar el setenta y cinco por ciento de los puestos habituales o autorizados.
Daniel García, comerciante conquense del sector textil, ha resaltado que «nos alegramos de que estemos al 75% y mejor que estaríamos al 100% porque al aire libre podríamos trabajar todos. A ver si podemos venir todos, porque todos tenemos que comer». La venta ambulante es uno de los sectores que se ha visto afectado por los constantes cambios en la regulación fijados en función de la evolución de las condiciones sanitarias. «Estamos esperanzado de que esto se acabe ya e ilusionados de retomar de nuevo la actividad para que podemos empezar a funcionar de nuevo con normalidad. El mercadillo es un lugar donde la gente se relaciona y cuantos más puestos hay, más gente baja y más se interactúa. Es mejor para todos».
Estas mismas fuentes han indicado que todo lo que suponga ‘abrir el grifo’ supone un importante respiro para los vendedores. «Estamos aguantando como podemos porque está muy mal todo. Nosotros dependemos de la gente y si la gente no trabaja, la gente no puede gastar. Hoy en día hay mucha gente que está en ERTE y que se han quedado sin trabajo. Eso repercute en nosotros y en todos los negocios».
