Llamamiento de los vecinos del Casco «a disfrutar y respetar el patrimonio y a quien vive en él» en Semana Santa

La organización vecinal pide a los estamentos públicos "que no se olviden de los residentes ni nos tomen como daños colaterales" y "a nuestros vecinos conciudadanos les pedimos respeto, hagan buen uso del hermoso patrimonio"

La Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de Cuenca ha aprovechado las fechas previas a la Semana santa para realizar un llamamiento a la convivencia ante unas fechas que aumentan algunos de los problemas existentes y generan algunos específicos en estas fechas, como el ‘botellón’ que viene produciéndose tras la procesión del Domingo de Ramón en el entorno del aparcamiento de El Castillo.

La organización vecinal ha utilizado su perfil en redes sociales para señalar que «como Asociación que representa a los Vecinos del Casco Antiguo venimos a solicitar a los estamentos públicos que dirigen y organizan los muchos actos que se van a poder vivir durante esta Semana en Cuenca, que lo hagan también pensando en todos, que no se olviden de los residentes ni nos tomen como daños colaterales, que podamos acceder a nuestros portales con dignidad, no atravesando ríos de orines, pongan urinarios, contenedores, papeleras y todos los servicios necesarios y suficientes para que el disfrute sea general. Y a nuestros vecinos conciudadanos les pedimos respeto, hagan buen uso del hermoso patrimonio de que disfrutamos el resto del año y demos ejemplo para seguir siendo una ciudad de interés internacional».

La asociación comienza señalando que «llegados a estos momentos toda nuestra ciudad se prepara para vivir su semana grande que decían muchos, Semana Santa, Semana de Pasión, una tradición tan arraigada en el inconsciente colectivo que no hace falta mayor definición. Podremos describirla de muchas formas, tantas como vivencias individuales confluyen desde hace tiempo en Cuenca, rito de paso hacia un mejor tiempo, fechas bordadas con hilo de oro en los calendarios nazarenos, resaltadas con gozo en el calendario lunar, reseñadas en la memoria con aromas a incienso y cera, a garbanzá, resoli y torrija. Semana que para los católicos pone fin a la estrechez cuaresmal, invita a revivir un tiempo de historia que les acerca al goce espiritual. Una semana en la que todos como sociedad salimos a la calle a reconocernos en el júbilo de la tradición y el buen tiempo, semana llena de momentos de gran confluencia que son incluso dignos de ser contemplados por visitantes y extraños, por algo se nombró como de Interés Turístico Internacional».

Estas mismas fuentes apuntan que «el patrimonio que existe alrededor de esta importante tradición no solo existe como evento cultural, o como rica belleza de imágenes escultóricas, o como delirio musical en las calles, o como arrebato de tambores al alba; el patrimonio está presente en el espacio por donde circula, calles y plazas que han sido recorridas muchas veces, calles, plazas, edificios donde residimos ciudadanos, vecinos …y visitantes».