Castilla-La Mancha eliminará desde este martes, 23 de enero, la obligatoriedad de llevar mascarillas en hospitales y centros de salud debido al descenso de la incidencia de la infecciones respiratorias graves durante las dos últimas semanas.
El presidente regional, Emiliano García-Page, ha avanzado este lunes en la capital conquense que «mañana mismo, afortunadamente, podremos decretar la retirada del uso obligatorio de la mascarilla en los sitios sanitarios, en las ubicaciones sanitarias que habíamos establecido. ¿Por qué? Porque, sinceramente, ha bajado tremendamente el impacto de la epidemia, han funcionado los mecanismos previstos».
El máximo responsable del Ejecutivo autonómico ha indicado antes de la reunión de trabajo con ToroVerde que «el plan de contingencia planteado y aprobado por la Consejería ha ido bien, ha funcionado. Y por eso le agradezco a los sanitarios, una vez más, el sobreesfuerzo que ha significado a cometer una presión extraordinaria con motivo de esta epidemia. Sinceramente, cuando lo que se busca es un objetivo común e interés general, las cosas terminan enfocándose positivamente».