Las autoridades regionales han lanzado este miércoles un aviso por mala calidad del aire en Cuenca. En concreto, avisan que se prevén para las próximas horas niveles elevados de partículas PM10 en Cuenca, pudiéndose llegar a superar el nivel de información a la población.
Estas mismas autoridades recomiendan que las personas con problemas respiratorios, ancianos y niños no pasen largos periodos de tiempo al aire libre y en general, se limite la realización de esfuerzos físicos prolongados en el exterior.
Según los datos ofrecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica, el Índice de calidad del aire en estos momentos es «regular» por la presencia de partículas PM10, el peor contaminante de la categoría. Estas partículas alcanzan el nivel 49 µg/m³ a las 09:00 horas de este miércoles, muy cerca del valor límite de 50 µg/m³.
A estos valores le sigue muy de cerca el Dióxido de Nitrógeno (45 µg/m³) y en menor proporción el Ozono (24,125 µg/m³), las partículas MP2.5 (14,417 µg/m³) y el Dióxido de Azufre (2 µg/m³).
Los datos estatales contrastan con los últimos datos de la presencia de partículas en suspensión (PM10) detectados en Castilla-La Mancha, donde la Red de Control indica que el nivel de presencia de estas partículas en Cuenca alcanzó 73 µg/m³ a las 09:00 horas de esta misma jornada.
Recomendaciones para la salud
El Ministerio también señala en su página web que la calidad del aire probablemente no afecte a la población general, pero puede presentar un riesgo moderado para los grupos de riesgo.
Para la población general, el Ministerio indica que la población general puede disfrutar de sus actividades al aire libre de manera normal. Sin embargo, recomienda vigilar la apariencia de síntomas como tos, irritación de garganta, falta de aire, fatiga excesiva o palpitaciones.
Mientras que para los grupos de riesgo y personas sensibles considera reducir las actividades prolongadas y enérgicas al aire libre. Las personas con asma o enfermedades respiratorias deben seguir cuidadosamente su plan de medicación. Las personas con problemas de corazón pueden experimentar palpitaciones, dificultad en la respiración o fatiga inusual.
Partículas PM10
Según define el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las PM10 son «aquellas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro varía entre 2,5 y 10 µm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro). Están formadas principalmente por compuestos inorgánicos como silicatos y aluminatos, metales pesados entre otros, y material orgánico asociado a partículas de carbono (hollín). Se caracterizan por poseer un pH básico debido a la combustión no controlada de materiales»
Las fuentes de emisión de estas partículas «pueden ser móviles o estacionarias, destacando que un 77,9% de la cantidad total emitida de PM10 procede del polvo resuspendido existente en la atmósfera. La industria, la construcción y el comercio con un 7,6% y el transporte rodado con un 6,5% representan otros focos de contaminación de especial relevancia».
Como fuentes minoritarias de contaminación, señalan desde el Ministerio que «el 3,7% del total procede de quemas agrícola y un 3,3% es de origen doméstico».
La exposición prolongada o repetitiva a las PM10 «puede provocar efectos nocivos en el sistema respiratorio de la persona, no obstante, son menos perjudiciales que las PM2,5 ya que al tener un mayor tamaño, no logran atravesar los alveolos pulmonares, quedando retenidas en la mucosa que recubre las vías respiratorias superiores. La Directiva 2008/50/CE indica que para la protección de la salud no pueden superarse los 50 microgramos por metro cúbico durante 24 horas más de 35 veces por año civil».
La mayoría de éstas partículas se precipitan en la tierra, provocando una capa de polvo en la superficie que puede afectar seriamente a la salud tanto de los organismos terrestres como los organismos acuáticos.