Las administraciones conquenses notan el descenso en la compra de Lotería de Navidad

Numerosas asociaciones y colectivos no han hecho este año las tradicionales participaciones.

Las consecuencias de la pandemia de Covid-19 han provocado una disminución en la venta de la lotería de Navidad; los conquenses esperan que mañana de nuevo la suerte visite la provincia, como sucedió hace dos años, cuando el Gordo dejó unos 100 millones de euros, premio que también cayó en la capital conquense en el 1990 con el número 32.522, como se ha encargado de recordar Jesús Salvador Cañas, propietario de la administración de lotería nº 2, ‘Los Cañas’, quien ha establecido la disminución de las ventas de billetes este año entre un 30 y un 40% respecto a 2019.

Este lotero ha lamentado que la pandemia y sus nefastos resultados, sobretodo en la hostelería han motivado que haya tenido de devolver hasta 12 paquetes de billetes de su consignación inicial, cuando otros años lo normal era pedir una segunda consignación.

Cañas ha comentado que numerosos colectivos, asociaciones, peñas, hermandades, viajes de fin de curso, comisiones de festejos y otras agrupaciones no han hecho participaciones, «a mucha gente le daba reparo ir vendiendo papeletas por el tema del virus»; ha añadido que algunos bares han mantenido la costumbre de vender lotería como reclamo ante la escasez de clientela, otros directamente no han comprado, pero sus clientes han solicitado a la administración el número de su bar habitual. Otra fuente de ingresos que han perdido ha sido el turismo, prácticamente inexistente en una ciudad que es Patrimonio de la Humanidad. Lo que sí se ha dado mejor ha sido la venta online y los envíos fuera de la ciudad.

«La venta en ventanilla no está siendo ágil», ha dicho Cañas, explicando que el ver una larga cola delante de la administración no se traduce en un gran volumen de venta, «es por las medidas de seguridad que ralentizan el despacho de lotería, aunque no pueden entrar más de cuatro personas a la vez, hay personas que no pasan si no están solas en el establecimiento».

Cristina Puerta, responsable de ‘El Cuco Encantado’, administración nº 4, coincide en el descenso de las ventas grupales, desde su despacho se han vendido más a particulares, tanto es así que ayer amplió su horario de apertura para atender a los clientes que se habían esperado a última hora para comprar sus décimos. «Hemos abierto a las 8:30 y no hemos cerrado a mediodía, mucha gente se espera hasta el final para comprar lotería», ha precisado.

Tajante ha sido Fernando Moreno, propietario de la administración nº 10, ‘El Angelito de la Buena Suerte’ al calificar las bajas ventas de lotería de Navidad como un desastre que se viene arrastrando desde julio, mes en el que se pone a la venta y que no se ha podido superar en los meses posteriores. Ha enumerado las causas de este «daño»: El cierre de la hostelería; un verano y un otoño perdidos y una región cerrada en los puentes que no ha permitido la visita de turistas de Madrid, Valencia y del resto de España que se llevan lotería a sus lugares de origen; «los puentes del otoño suelen ser muy buenos, pero este año han sido desastrosos». Fernando Moreno ha calculado que se ha vendido en torno a un 25% menos que el año pasado.