La presidenta nacional de los arquitectos anima a atender las necesidades «pero cuidando la cultura y la historia»

La decana de Castilla-La Mancha ha destacado que "no nos podemos olvidar del ámbito rural, sobre en todo en Cuenca y Guadalajara, con algunas intervenciones valientes en municipios muy pequeños"

El Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha (MUPA) ha albergado este jueves la entrega de los II Premios de Arquitectura y Urbanismo de Castilla-La Mancha que reconocen en ocho categorías diferentes trabajos y propuestas realizadas a lo largo y ancho de la región.

Pocos minutos antes del inicio del acto, la presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, Marta Vall-llosera, ha destacado que «estamos en un momento de muchos cambios que hay que afrontarlos porque hay que ir incorporando nuevas tecnologías, nuevos sistemas de hacer arquitectura para atender también a nuevas necesidades, pero hay que hacerlo con cuidado, teniendo en cuenta los temas culturales, históricos, toda esa parte más identitaria que aporta la arquitectura. Creemos que es muy importante y estos premios ayudan a visibilizarlo».

La máxima representante nacional de los arquitectos felicitaba al Colegio de Castilla-La Mancha por esta segunda edición de los galardones.»Sobre todo destacar la importancia de este tipo de reconocimientos porque es verdad que da una visión del panorama arquitectónico de toda la región y además nos ayuda a visibilizar los valores que tiene la arquitectura, lo que aporta a la sociedad. Sobre todo en cuanto a criterios de sostenibilidad, de habitabilidad, de toda una serie de aspectos que nos influyen directamente en nuestra vida diaria, en nuestra vida cotidiana».

La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM), Elena Guijarro ha resaltado que en los galardones otorgados en la capital conquense «hay una serie de categorías que recogen distintos aspectos y distintas formas de hacer arquitectura. En general premiamos la arquitectura de calidad que recoge, además, todas las necesidades que se plantean ahora mismo, ya no solo de diseño y calidad arquitectónica, sino de utilización y de puesta en valor de otros factores que tenemos que empezar a incluir dentro de nuestro trabajo».

Alberto Campo Baeza: «Los premios son más producto de la generosidad de los jurados que de los méritos de los premiados»

La decana castellano-manchega ha asegurado que «nos proporciona mucha satisfacción la participación que ha habido en los premios. Es la manera de sacar a la luz todas las obras que si no pasarían desapercibidas muchas veces» Asimismo, ha puesto de relieve que en Castilla la Mancha «no podemos olvidarnos del ámbito rural, sobre todo Cuenca y Guadalajara. Entonces sí que intentamos recoger en los criterios a la hora de dar el premio que se hagan intervenciones repartidas por todo el ámbito de Castilla la Mancha, pero además algunas intervenciones valientes en municipios muy pequeños que entendemos que hay que animar también y ha sido uno de los factores a la hora de dar los premios. Guijarro ha trasladado prudencia hacia el proyecto de los remontes de acceso al Casco Antiguo de Cuenca, una de las actuaciones urbanísticas más relevantes en la ciudad de las últimas décadas. En este sentido, ha indicado que «cuando se hagan los remontes y veamos cómo quedan, lo presentarán a los premios y podremos juzgarlo. Cuando estén hechos los podremos juzgar».

Por su parte, Alberto Campo Baeza, premio de honor a toda su brillante carrera como arquitecto, ha indicado que «los premios son más producto o resultado de la generosidad de estos jurados que de los méritos de los premiados. Podía premiarse muchísima gente mejor que yo» y ha aprovechado para lanzar un efusivo elogio a la ciudad de Cuenca «con Gustavo Torner a la cabeza».