La Plataforma en Defensa del Patrimonio de Cuenca considera que los millones de euros que se van a destinar a la construcción de unas escaleras mecánicas por el barrio de San Martín harían falta para otras actuaciones en el Casco Antiguo como «eliminar el cableado, los contenedores, las señales y los elementos nocivos; mejorar el trasporte urbano y; ayudar a la rehabilitación de viviendas y potenciar la habitabilidad». Un dinero que, a juicio de esta entidad, de la que el pintor Jesús C. Mateo es uno de sus promotores, también se necesitaría para eliminar las intervenciones urbanísticas recientes en el Jardín de los Poetas y la Plaza de Mangana.
Desde la Plataforma consideran que el proyecto de escaleras destruirá un espacio «tan bello y frágil» y lo tachan de «inútil, caro y agresivo» y que no se justifica «en absoluto» por «la supuesta accesibilidad y el beneficio para quienes vivimos en la ciudad antigua».
«Un proyecto negligente que, al igual que otros muchos señalados aquí y que han destruido partes sensibles de nuestra ciudad, cuenta con los informes favorables de entidades y administraciones implicadas. Aprobaciones estas que no justifican nada, a la vista de los resultados nefastos de otras intervenciones avaladas por quienes deberían de proteger, preservar y cuidar», sostiene.
Sobre ICOMOS, la ONG asesora de la UNESCO que ha dando el visto bueno al estudio de viaabilidad, se apunta que es «una entidad politizada y sometida» que «ratifica el disparate».
«De consumarse el atropello veremos si no asistimos, aparte de a la degeneración paisajista y ambiental, a problemas estructurales futuros en los ‘rascacielos’ medievales», advierte la entidad.