El Ayuntamiento de Cuenca se reúne este miércoles con el Consejo Municipal de Entidades Ciudadanas para debatir sobre la ordenanza que regularía el botellón en las calles, que prohibiría la injerencia de alcohol en la vía pública con el fin de «evitar los ruidos y molestias que se ocasionan, así como prevenir y proteger la salud especialmente de los jóvenes».
La portavoz del equipo de Gobierno, Saray Portillo, ha señalado que el borrador de estas normas se sometió a consulta pública y este miércoles se reúne el consejo, al que están invitados las asociaciones vecinales que quieran, para conseguir «el mayor consenso posible y poder avanzar en esta ordenanza».
Critica las declaraciones emitidas esta semana por el Partido Popular sobre este asunto, que decían «no conocer» de qué trataba la ordenanza. Portillo asegura que «antes de la propia noticia que lanzan ya tenían la convocatoria y todo el expediente de la reunión que se va a mantener mañana». En cualquier caso, resalta, van a trabajar con todos los grupos políticos «como venimos haciéndolo hasta ahora, así como con toda la ciudadanía».
En el borrador se contemplan sanciones de leves a muy graves, que de cuantía económica rondarían entre los 750 y los 3.000 euros. Asimismo, la portavoz afirma que se prevé la posibilidad de que se pudieran realizar trabajos a la comunidad «en vez de la propia sanción». Portillo sostiene que todo el dinero que se perciba de las multas van a ir destinadas a ocio alternativo para la juventud. «El fin no tiene otro que buscar otras alternativas para prevenir e intentar en la medida de los posible el consumo en los jóvenes sobre todo», destaca la portavoz.
Además, Saray Portillo dice que dentro de esta ordenanza se está estudiando que haya «alguna excepción» para la celebración de estos actos. «Si no es excepción, va a ser un poco complicado tener a miles de personas en un recinto que se pueda abordar», dice la portavoz, que insiste que es uno de los planteamientos que habrá encima de la mesa.
Recuerda que esta normativa «todavía es modificable» hasta que se lleve a Junta de Gobierno Local, las posteriores comisiones de información y el pleno pertinente, «y como cualquier ordenanza se someterá a exposición pública». Otra cuestión será la vigilancia en zonas comunes a los botellones, asegura Portillo, que recuerda que «al no tener unas reglas, hay determinadas conductas que no se pueden sancionar». «Todo aquello que no esté regulado y no sea una terraza de un bar o restaurante, se podría considerar botellón», concluye la portavoz.
Ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones
Sobre la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones, que no se aprobó en el último pleno municipal por los votos de la oposición al considerar que no contaban «con la participación ciudadana», la portavoz del equipo de Gobierno ha afirmado que el concejal de Movilidad «ya se ha reunido con algunos partidos políticos» para que presenten las demandas a esta normativa «y poder llegar a un consenso que se plasme en una modificación y volverla a llevar a pleno».