La presencia de nutrias en los tramos urbanos de los dos ríos de la capital conquense, Júcar y Huécar, se está consolidando en los últimos años gracias a la calidad de las aguas y la presencia de presas abundantes. Un vídeo que ha circulado estos días por los canales de whatsapp, en el que se podía contemplar una nutria nadando por la noche por lo que parecía el río Huécar, ha puesto de relieve que este mustélido se encuentra al alza en las aguas de la ciudad de Cuenca.
Fuentes del Ayuntamiento de Cuenca han precisado, a través de la Policía Local, que resulta habitual «ver no sólo a una, sino también a su pareja en la desembocadura del Huécar. Al parecer, de vez en cuando suben porque las aguas están limpias. Son un indicador de la calidad del agua». Cabe recordar que se trata de una especie protegida cuyo maltrato lleva asociadas cuantiosas sanciones económicas y, en función de la naturaleza del daño, se puede incurrir en un delito ecológico de naturaleza penal.
Hasta ahora, una de las localizaciones confirmadas de esta especie era el barrio de Fuente del Oro, en la zona más inaccesible por la presencia de vegetación de ribera. También han podido ser contempladas hace un par de años en la zona del canal de aguas bravas de El Sargal, como dejan constancia las fotos de Fernando Alonso que acompañan este artículo. Carlos Villeta, biólogo y miembro de Ecologistas en Acción, afirma que la posible presencia de nutrias en el Huécar «no es habitual pero tampoco me sorprende».
Al alza desde los años 90 tras un periodo de declive
El prestigioso biólogo y ex-director de la Estación Biológica de Doñana, Miguel Delibes, participó en la elaboración de un censo nacional de nutrias en el que quedaba constancia que las poblaciones de este mamífero sufrieron un declive entre las décadas de los 60 y los 80 para registrar a partir de los años 90 un proceso de recuperación. Villeta apunta que «resulta bastante fácil encontrar deyecciones en las riberas de los ríos de Cuenca porque es una forma de marcar el territorio. Verlas no es tan fácil porque se trata de una especie bastante esquiva».
Estas mismas fuentes destacan que uno de los motivos que puede explicar la consolidación de la población de nutrias en los ríos de la capital conquense es la presencia de alimento accesible y abundante. «Su presencia está muy relacionada con el aumento de las dos especies de cangrejos americanos, el señal y el rojo. Son presas abundantes y relativamente fáciles de capturar. En los excrementos que hemos visto por la ciudad se puede comprobar que el 80 o 90% de los restos corresponden a cangrejos. También se pueden ver espinas de peces que completan su dieta. Pero la mayoría son cangrejos».
Entre la normativa legal que ampara y protege a la nutria se encuentra la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de ámbito nacional y la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha.