El concejal de Hacienda de Cuenca, Juan Manuel Martínez Melero, ha destacado en declaraciones a Voces de Cuenca que «contrariamente a lo que se pudiera pensar, la morosidad no aumentó en 2020». Y es que, según asevera, la recaudación vía voluntaria ha registrado cifras sensiblemente superiores a las de ejercicios anteriores.
Como ejemplo ha puesto que la recaudación voluntaria del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) ha alcanzado el 94,35%, siendo «la cifra porcentual de recaudación voluntaria más alta que nunca se ha dado en el Consistorio». Este impuesto «es el más importante de los que recauda el Ayuntamiento, ya que supone en términos absolutos en torno a los 14 millones de euros al año».
Martínez Melero considera importante «destacar por qué no ha aumentado la morosidad y prácticamente la recaudación no se ve resentida», algo que relaciona «fundamentalmente porque las medidas implantadas con la modificación del calendario fiscal de 2020 que adoptamos de manera reiterada, porque hicimos hasta tres modificaciones del calendario fiscal por la crisis sanitaria y por el estado de alarma. Esas medidas han tenido un efecto muy positivo en la recaudación municipal. Han contribuido mucho en el cumplimiento del pago de los tributos por parte de los conquenses, y que hayamos tenido menos morosidad y una merma en recaudación en el Ayuntamiento en el año 2020 haya sido poco relevante o prácticamente insignificante».
Algunas de ellas, recuerda Martínez Melero, fueron «las de flexibilización que adoptamos para el Plan Fácil, que ya es en sí mismo una medida de flexibilización; también ampliamos el plazo de pago en voluntario de todos los tributos, que estaban situados en tres meses y los elevamos a cuatro meses para dar más plazo a la gente de poder satisfacerlos».
También «la concesión automática de los fraccionamientos de pagos de deudas hasta los 20.000 euros sin intereses ni recargos, siempre que se adquieran dentro del ejercicio, que ha supuesto una medida creemos que muy buena, que ha contribuido a la recaudación para que los ciudadanos pudieran fraccionar el pago de las deudas a todo el ejercicio a su elección».
Y por último, apunta Martínez Melero a «un mantenimiento de la presión fiscal. No hemos subido impuestos ni tasas, aunque tampoco los hemos bajado ni hemos eliminado ninguno porque no podemos, el Plan de Ajuste nos lo impide. Pero hemos mantenido la presión impositiva sin subirla, con lo cual eso también supongo que habrá ayudado en algo».