Muchas cosas ha cambiado en este año que hemos dejado atrás pero hay otras que no cambian. La ilusión ha vuelto ha invadir los hogares conquenses en la mañana del Día de los Reyes Magos. Las risas, las expresiones de sospresa, los gritos…han vuelto a poner banda sonora a una jornada que está por encima de las dificultades que se han podidos atravesar.
Los más pequeños de la casas han sido los protagonistas de una mañana de enero en la que ha habido que retrasar la salida a la calle para disfrutar de los juguetes por el intenso frío. El árbolde Navidad ha sido, un año más, el rincón más frecuentado de las casas a primera hora de la mañana para recibir esos esperados (y a veces inesperados) obsequios de Sus Majestades.
Daniella no ha podido evitar su sorpresa y Miguel ha empezado por la caja más grande. Jori ha recibido el coche que tanto esperaba y Mateo no ha podido esperar para colocar los regalos juntos sobre la mesa y disfrutar de la perspectiva. No sólo los peques se alteran en una jornada tan especial. Las mascotas también ‘notan’ qjue algo pasa por el revuelo que rodean las primeras horas del día. Sam, el perro de Daniela, ya se ha acostumbrado después de varios años acompañando a la peque en este ritual.
La alegría y el regocijo también han invadido a los mayores de la casa, contagiados del entusiasmo de los niños y de los propios recuerdos de esa etapa que también disfrutaron.