Todd Blomberg, primer ingresado por COVID-19 en Cuenca, ha narrado su lucha contra las secuelas que le dejó la enfermedad. Actualmente es usuario de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (ADACE CLM), que ha compartido un vídeo en el que Blomberg cuenta su experiencia.
Según recuerda, tuvo “mucha fiebre y fui el primer ‘cliente’ de coronavirus en Cuenca. Estuve ingresado en el Hospital, me quedé sin oxígeno. Me intubaron, estuve un mes más o menos y cuando me despertaron estuve paralizado y no recordaba nada de nada de lo que había ocurrido”.
Sobre las secuelas que le ha dejado la enfermedad, narra que “después de las visitas de los médicos, me han mandado a ADACE a ver si pueden ayudarme. Aquí empezamos con mucho apoyo psicológico a hablar y a ayudarme con los papeles. Yo tuve muchos problemas de soltarme a hablar. Me están ayudando con los atrancos y retrasos que tengo en hablar”.
“Empecé a escribir, de aquella manera, pero este miedo de coger el bolígrafo y escribir me han ayudado mucho a sacar este miedo de volver a vivir como antes, emocionalmente es un apoyo enorme para mí, más que nada emocionalmente es una apoyo enorme”, subraya.
Otro de los problemas que le ha dejado es con la lectura: “Leer es otra cosa que aunque no recuerdo lo que leo aún, me han abierto los ojos. Aunque no puedo hacer cosas, puedo intentar hacerlas… me han quitado los miedos que tenía con todas esas cosas”.
Sobre la asociación, destaca “la manera en que me tratan, el cariño que me dan, los mensajes que me mandan. Es maravilloso”.