Aunque la lluvia lo ha intentado ligeramente al comienzo de la concentración, la manifestación feminista por el 8M ha avanzado imparable por las calles de Cuenca. Las gotas volvieron cerca del final del acto, pero las personas asistentes se han mantenido hasta acabar.
Poco a poco han ido llegando personas de todas las edades a la Plaza de Toros, lugar en el que ha comenzado la marcha por el Día Internacional de la Mujer. Al final, varios centenares de personas se han dirigido hacia el centro de la ciudad, guardando sus paraguas, gritando sus proclamas y agitando sus pancartas.
Y, al igual que en el acto institucional del jueves 7 hubo representación de todos los Grupos políticos del Ayuntamiento, en la marcha de hoy sólo han estado presentes los concejales de Cuenca en Marcha-Unidas por Cuenca, María Ángeles García Jiménez y Pablo García Rubio.
Entre los cánticos que se han escuchado estaban los clásicos «Manolo, Manolito, la cena tú solito», «sola y borracha quiero llegar a casa», «no nos mires, únete» y «aquí estamos. Nosotras no violamos». También se han modificado, como es habitual, consignas que se suelen cantar en todo tipo de manifestaciones y concentraciones, como han sido «Cuenca será la tumba del machismo», «aquí estamos las feministas» o «fuera machistas de nuestras calles».
Esta manifestación se ha visto afectada por el conflicto en Palestina, pudiéndose ver varias banderas de este país y pancartas en defensa de las mujeres de la zona. Además, al llegar al cruce entre República Argentina y la Avenida Castilla-La Mancha se ha hecho una pequeña performance con banderas y pañuelos palestinos.
Poco después, en la Plaza de la Hispanidad, se ha leído un manifiesto en recuerdo de las mujeres de Sudán, ya que este país lleva un año en guerra. Se ha hablado del abandono internacional que sufre el país y de las torturas, trabajos forzados, muertes y violaciones a las que se ven obligadas las mujeres de la zona que no consiguen huir de la guerra.
«Odiamos el 8M, odiamos el ruido de las falsas celebraciones, odiamos la pretensión del capitalismo imperialista de empoderar a las mujeres. Solo sobrevivimos gracias a nuestra solidaridad y por el camino de la lucha revolucionaria internacionalista», ha finalizado el manifiesto.
Cerca de las 19:00 horas, aproximadamente una hora después de comenzar a caminar, el grueso de la manifestación ha llegado al cruce entre Sánchez Vera con Carretería, donde se ha repetido la performance sobre Palestina y donde se han leído el resto de manifiestos.
El primero ha sido referido, justamente, a Palestina, donde afirman se han asesinado a cerca de 9.000 mujeres. Además de «sufrir abortos espontáneos, cesáreas insalubres y perder a sus bebés por la desnutrición o el frío».
El siguiente, con el título ‘Hermanas de Tierra’, lo han escrito varias agrupaciones de mujeres rurales. En él ha afirmado que la visión del campo en las recientes tractoradas es «paternalista, condescendiente y muy ligada a la ciudad, reduciéndolo todo a un tipo de campo y de relato».
Por ello han solicitado «un cambio de modelo que ponga el centro en la vida, la conservación del territorio y la biodiversidad» frente a otros tipos de modelos productivos y de negocio. También han abogado por dar visibilidad a las mujeres del mundo rural que, según han explicado, aúnan las discriminaciones del sector a las de género «trabajando más, en peores condiciones y cobrando menos».
El siguiente manifiesto ha sido el de Comando Violeta, entidad organizadora de esta marcha. Haciendo referencia a la canción de María Jiménez que se ha utilizado para este tipo de actos, ‘Se acabó’, han asegurado que «se han acabado el patriarcado y los privilegios».
«Por suerte, se van viendo los frutos de años de activismo, como la Ley del ‘Solo sí es sí’ o las condenas a Rubiales o Dani Alves, que nadie duda que son violencia machista». Pero, han continuado, «el peligro continúa existiendo». Por ello, han solicitado «que todos los bares de Cuenca tengan un protocolo contra las agresiones machistas, inspecciones laborales para desenmascarar los más que conocidos abusos sexuales, una ciudad con mejor transporte público y más calles peatonales en las que poder pasear seguras».
También se ha hablado sobre la abolición de la prostitución y la explotación reproductiva, y se ha pedido que Cuenca sea «una provincia libre de macrogranjas, con servicios sanitarios decentes con facilidades para el arraigo y con una buena sanidad pública y gratuita».
Por último, el colectivo de mujeres gitanas de Cuenca ha leído un manifiesto en el que han pedido que se incluya a las gitanas en todo tipo de actos, tanto sociales como institucionales (incluidas las jornadas feministas), y que se empiecen a estudiar las referentes gitanas existentes.
Al acabar la lectura de todos los textos, ha sonado la citada canción ‘Se acabó’, que ha sido coreada y bailada por gran parte de las asistentes.