La inundación de la zona del Recreo Peral se ha saldado sin daños materiales para el restaurante aunque el agua del río Júcar desbordó el cauce y ocupó los terrenos cercanos dejando el juego de bolos como si fuese una piscina. En la zona del restaurante, sobre las 10:00 horas de este miércoles, el nivel había bajado de forma notable y sólo afectaba a una parte del aparcamiento de entrada.
Nacho Villanueva, propietario del restaurante Recreo Peral, ha precisado esta mañana junto a las instalaciones que «daños del río por la crecida no hemos tenido ninguno, alguno tenemos pero por la lluvia. La calle se quedará con algo se suciedad e imagino que lo limpiarán rápido, como otras veces, para los clientes y para facilitar la accesibilidad a la zona».
El restaurador ha indicado que «ayer martes pudimos abrir y algunas cenas se pudieron dar. Esta noche hemos estado esperando viendo cómo evolucionaba el río. Sacamos agua que nos entró pero fue de lluvia y de la bajada de las Angustias pero no podemos hacer nada. Todo el mundo ha hecho lo que ha podido». Vamos a ver si podemos abrir a mediodía porque el río se ve que está bajando».».