«La humedad es el principal problema en el edificio del Archivo Histórico»

Entrevista del domingo con María de la Almudena Serrano Mota, directora del Archivo Histórico de Cuenca desde junio de 1997

María de la Almudena Serrano Mota es, desde junio de 1997, la directora del Archivo Histórico de Cuenca. Esta institución celebra, en 2024, el 75 aniversario de su creación, aunque el edificio en el que se sitúa tiene cerca de mil años de antigüedad.

Aunque venga narrado y explicado en su nuevo libro ‘Mil años de Historia. Archivo Histórico de Cuenca: Castillo, Inquisición, Cuartel y Cárcel’, ¿cuántos usos ha tenido el edificio del Archivo? ¿Y en qué años, aproximadamente?
Cada época histórica ha coincidido con un cambio de uso. Durante los siglos medievales, del X a finales del XV, fue castillo, un lugar privilegiado en la ciudad, de control de acceso y vista de lo que rodeaba Cuenca. Esta fortaleza fue mandada derribar por los Reyes Católicos, quedando el lugar convertido en un solar y permaneciendo las murallas que hoy podemos contemplar. El 30 de septiembre de 1574, Felipe II, mediante Real cédula, hizo donación al Tribunal de la Inquisición de Cuenca (establecido a finales del siglo XV) de este lugar para que construyesen en él sus casas de inquisición. Esto ocurrió a instancia del arzobispo de Toledo, Gaspar de Quiroga. A principios del siglo XIX, en 1808, llegaron las tropas francesas a Cuenca y ocuparon el edificio, hasta 1812 que se marcharon, dejándolo bastante deteriorado al volar una parte con una carga de pólvora. La Inquisición ya no lo ocupó más. A partir de ahí, el Gobernador civil lo utilizó como depósito carcelario; el Estado lo subastó varias veces y, finalmente, se convirtió en cárcel del Partido judicial de Cuenca, hasta el 18 de diciembre de 1972, en que esta prisión fue suprimida. Tras unos años de abandono del edificio e importantes daños, se tomó la decisión de rehabilitarlo para convertirlo en el Archivo Histórico Provincial, que hasta entonces compartía instalaciones y personal con la Biblioteca pública. El 6 de mayo de 1991 quedó inaugurada su nueva función administrativa y cultural.

A lo largo del tiempo se han ido perdiendo documentos debido a guerras, robos, deterioro… ¿Cuántos documentos hay actualmente? ¿Cuántos se estiman que se han perdido?
Las pérdidas documentales son, lamentablemente, inevitables. Es muchísima más la documentación perdida que la que se ha conservado, por eso la que hay ha adquirido un valor añadido. Actualmente, son miles de cajas las que custodiamos en este Archivo y tenemos capacidad para albergar siete kilómetros lineales de estanterías. Además, tenemos documentación en otros formatos: planos, fotografías aéreas, pergaminos… que requieren una conservación distinta y una instalación adecuada, no en cajas archivadoras al uso.

¿Cuál es el más antiguo? ¿Y el más actual?
La documentación más antigua procede de finales del siglo XII y se trata de fragmentos de cantorales, que han llegado hasta hoy gracias a que se reutilizaron para encuadernar legajos, puesto que el pergamino es un material muy resistente. La colección de documentos no musicales comienza en el año 1218 y, desde esta fecha, hasta hoy. Los siglos de la Edad Moderna están muy bien representados por varios miles de Protocolos notariales y otra documentación valiosísima: la incautada por el Estado a las instituciones de la Iglesia católica.

«En el archivo custodiamos miles de cajas y tenemos capacidad para albergar siete Km de estanterías»

¿Qué tipo de escritos hay en el Archivo?
Los documentos ofrecen información muy diversa. Hay que tener en cuenta que mucha documentación de la Administración pública la conservamos aquí: Hacienda, Justicia, Interior, Cultura, Notarios, Delegaciones provinciales de la Junta de Comunidades, algún archivo municipal y colecciones de documentos que nos han donado.

¿Cómo se conservan?
La documentación requiere unas condiciones de temperatura y humedad relativa adecuadas para su perfecta conservación, para evitar daños en los soportes escriptóreos. Además, el uso de documentos en la Sala de Consulta está sujeto a unas normas de uso y manejo para prevenir daños.

Según explica en el libro, en muchas ocasiones se intentó trasladar el uso que recibía en ese momento a otro lugar debido a las condiciones del edificio, aunque por motivos económicos casi nunca fue posible. ¿Tan deteriorado estaba el Archivo?
A los pocos años de iniciarse su construcción, en 1618, ya se ofreció información técnica en un Informe que hizo el arquitecto carmelita fray Alberto de la Madre de Dios. La mala salud de los que habitaban el edificio era evidente. Tanto es así que, a los tres años de llegar, los inquisidores enfermaban gravemente hasta morir. Hay que tener en cuenta que este inmueble está ubicado sobre roca caliza y en una pendiente, expuesto a todos los rigores meteorológicos posibles, humedad que no cesa, y que en aquellos años el confort del que hoy disponemos no existía. Se consensuó el traslado del edificio a un lugar más céntrico, en la ciudad, pero la carestía de las obras y la falta de liquidez impidieron que la Inquisición se trasladase.

¿En qué condiciones se encuentra ahora?
Entre 1985 y 1990 se hizo la gran rehabilitación por parte del Ministerio de Cultura, propietario del edificio. Sin embargo, el problema principal es la humedad que afecta, inexorablemente, a esta construcción. Insisto en la idea de que es el lugar en el que está y sus condiciones adversas, algo que es imposible de solucionar: un edificio exento y expuesto a los rigores del clima y la humedad que facilita la roca caliza. Es un edificio con mucha solidez, una gran obra arquitectónica, que requiere pequeñas intervenciones periódicas de mantenimiento, como cualquier otro edificio.

«La gestión digital de la documentación pública es fundamental. Con los años, nuestra gestión cambiará»

¿Qué usos tiene el Archivo en la actualidad?
La gestión del Archivo Histórico corresponde a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de Castilla – La Mancha, a través de su Viceconsejería. El uso actual es el mismo que ha tenido siempre: administrativo y cultural. Por una parte, las consultas que se atienden diariamente, in situ o a través de teléfono y correo electrónico, modos de comunicación que han ido creciendo exponencialmente.

¿Quién y para qué puede visitarlo?
Como cualquier otra oficina de la Administración pública, quien necesite de este servicio público no tiene más que solicitarlo. Por otro lado, están nuestros investigadores, que diariamente acuden a completar sus trabajos de investigación. Es importante recordar una vez más que el acceso a la Cultura es libre y este Archivo es un centro cultural: sólo hay que comunicarse con nosotros para que atendamos lo que cada persona pueda necesitar en un momento determinado.

¿Cómo se decide qué documentos entran a formar parte de él?
El ingreso de documentación en este y otros Archivos de la Administración pública está considerado como un procedimiento administrativo especial, por tanto, sujeto a la legislación que determina los años a partir de los cuales los documentos de las oficinas deben ser transferidos a los Archivos públicos. Así, estas transferencias de documentación se han ido produciendo a lo largo de los años, desde que el Archivo existe, desde el 18 de diciembre de 1948.

En la actualidad, la mayor parte de los documentos oficiales son digitales, ¿qué sucederá con ellos? ¿Hay una base de datos digital para guardarlos?
La gestión digital de la documentación pública hoy es fundamental. En nuestro caso, aún nos afecta menos al tratarse de un Archivo histórico, pero, sin duda, según pasen los años, nuestro modo de gestión cambiará.

«Queremos retomar el Ciclo de conferencias que el Archivo ha ido desarrollando en los últimos años»

¿Y los antiguos? ¿Se están digitalizando o se ha pensado en hacerlo?
La documentación se va digitalizando poco a poco, aunque esto no significa, en ningún caso, que desparezca la fuente documental original. Sencillamente, se facilita y agiliza su consulta.

¿Qué necesidades tiene actualmente el Archivo?
Las necesidades de este Centro van encaminadas a la necesidad de conseguir un espacio mayor. Según ha quedado expuesto, el ingreso de documentación de otras oficinas en este Archivo es una obligación legal que debemos cumplir, pero la falta de espacio actual impide que podamos realizarlo. También van encaminadas a paliar la escasez de personal, algo en lo que está trabajando la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, de la que dependemos. En cuanto a la visibilidad, el Archivo es bastante conocido: las actividades culturales que se han venido desarrollando, la difusión a través de redes sociales y los artículos publicados periódicamente ofrecen a la ciudadanía un mayor conocimiento de esta institución.

¿Hay algún tipo de actos, eventos o actividades previstos para celebrar este 75 aniversario?
Además de la publicación de este libro, queremos retomar el Ciclo de conferencias que en los últimos años se han venido desarrollando, y ahí dedicaré una conferencia a hablar de la Historia de este Archivo.