La Hermandad de la Virgen de la Luz ha recuperado y puesto en valor un bonito bordado en oro de una antigua saya de la Patrona de Cuenca para poder utilizar un terno morado que estaba en desuso desde hace más de un lustro, debido al paso del tiempo y el mal estado en que se encontraba.
Dos años ha costado sacar adelante el proyecto, que nació en el mismo seno de la Hermandad, por las personas más cercanas a ella, Lucía Racionero, Isabel Ferrer y Jesús J. Calvo, personas que se encargan de vestirla, las cuales han querido sufragar su costo y donarlo a la Virgen en señal de gratitud, además de Pilar Castro y las Concepcionistas Franciscanas de la Puerta de Valencia, que se encargaron de su confección.
El Taller de Bordado de la Hermandad de María Santísima de la Esperanza ha sido el encargado de llevar a cabo esta labor que ha permitido recuperar y limpiar las piezas del bordado. El trabajo consistió en cambiar el terciopelo morado de la saya traspasando el bordado a un nuevo soporte de color similar al primitivo el cual era irrecuperable. El forro y la entretela de la saya también fueron sustituidos. La totalidad de los bordados han sido reutilizados así como el galón que lo remataba de hojilla de oro antigua. Además de la recuperación de los bordados originales que constaban de un anagrama del Ave María y una corona imperial, se ha enriquecido con una media luna. Asimismo se ha colocado nueva pedrería y perlas naturales para sustituir las anteriores, muy desgastadas.
A partir de este sábado, se puede ver puesto este terno a la venerada imagen de la Virgen de la Luz, durante todo el tiempo que dura el Adviento.
Saya 
Bordando en el taller 
Saya en el bastidor del taller
