La Audiencia Provincial de Cuenca tiene previsto este miércoles la vista oral para juzgar a un acusado por los delitos de agresión sexual sobre una menor. El ministerio fiscal solicita en sus conclusiones provisionales un total de 23 años de cárcel: nueve por agresión sexual continuada y catorce por agresión sexual con acceso carnal.
La menor llegó a España con su madre en el año 2007 y desde entonces estableció su residencia con su madre y con el marido de ésta en un domicilio de la ciudad de Cuenca que compartían con los progenitores de éste. Según relata el escrito de la Fiscalía, durante el periodo de tiempo que vivió en en el indicado domicilio, el procesado (padre del padrastro) «consiguió establecer una estrecha relación familiar y una gran confianza con la menor quien consideraba al procesado como a su abuelo». En ese clima de confianza, cuando la menor tenía ocho años, «aprovechando los momentos en que conseguía estar a solas con ella y aparentando jugar con la menor, el procesado con la finalidad de satisfacer sus deseos libidinosos le ponía frecuentemente películas pornográficas al tiempo que se masturbaba delante del menor», llegando en ocasiones a sentar a la menor encima de él realizando tocamientos.
El ministerio público precisa que los hechos se repitieron en múltiples ocasiones pese a que la víctima intentaba impedir que lo hiciese mientras el procesado la sujetaba con fuerza «y le decía que si no hacía lo que le decía se lo diría a su madre y se rompería
la familia por su culpa»; e igualmente, cuando tenía diez años y se encontraban solos en un vehículo el procesado la desnudó, la sentó encima de él y con ella encima se masturbó». Asimismo, con esa misma edad en el domicilio familiar, «el procesado le enseñó un juego llamado “la pirámide del amor”, en el que le correspondió a la menor hacerle al procesado una felación, a lo que se negó intentando escaparse, pero no lo consiguió porque se lo impidió el procesado».
Los hechos fueron denunciados por la madre de la joven el día 29 de septiembre de 2017 y desde septiembre de 2017 hasta octubre de 2019 la víctima ha venido recibiendo de manera continuada terapia psicológica cognitivo-conductual por sintomatología ansiosa derivada de estos hechos. Las diligencias han sido tramitadas por el Juzgado de Instrucción nº 1 de la capital conquense.