La falta de examinadores y profesores pone ‘al límite’ a las autoescuelas de Cuenca

El sector señala la falta de agilidad por parte de la administración para encontrar una solución duradera que permita estabilizar esta actividad

Además de atraer turismo gracias a su patrimonio histórico, hasta la ciudad de Cuenca se desplazan centenares de personas a lo largo del año para conseguir su permiso de conducción. Barcelona, Madrid o Valencia son solo algunos de los puntos desde los que anualmente se desplazan los alumnos que pueblan las diferentes autoescuelas de la capital. Esta situación contrasta con el contexto actual por el que atraviesan estos centros de formación, generada a raíz del insuficiente número de examinadores que existe en la plantilla de la Jefatura Provincial de Tráfico en Cuenca.

Hace tan solo unos meses, la provincia de Cuenca contaba con siete examinadores encargados de examinar al alumnado de las autoescuelas de Cuenca. Un número proporcional a la demanda que generaban las matriculaciones realizadas en el conjunto de las autoescuelas conquenses, según coinciden en señalar las diversas autoescuelas consultadas por Voces de Cuenca. Sin embargo, las jubilaciones llevadas a cabo en el último tiempo, las que se prevén de cara a los próximos meses y los días vacacionales en el equipo examinador de la Jefatura de Tráfico, está preocupando a las autoescuelas de la ciudad.

«Actualmente no se puede presentar todo el alumnado que quisiéramos porque hay establecido un cupo de exámenes, se establecen unas reservas y en relación al número de examinadores que hay, examinan a doce alumnos por día cada examinador y no se pueden salir de ahí», señala Ana Belén Jiménez, profesora en la Autoescuela Princesa Zaida. La situación que viven estos centros es tan controvertida que hay algunas de ellas que están comenzando a acumular retrasos entre los alumnos que quieren examinarse, pero no pueden. Lo cual conduce a un embotellamiento: «Si al alumno que se presenta esta semana no lo examinan, se tendrá que presentar la semana que viene y dejar fuera a otra persona que quiere examinarse. Siempre y cuando te acepten el mismo número de examinantes, porque este número varía cada semana», señala la responsable de la autoescuela.

«Hay un retraso en las pruebas, porque los exámenes asignados a las autoescuelas son menores. Al haber menos capacidad para hacer exámenes, en algunas ocasiones los alumnos tienen que esperar, son los sufren las consecuencias directamente», coincide en señalar Sergio Pavón, de Autoescuela La Clave.

Las autoescuelas reconocen que esta situación está condicionando su actividad. A la escasez de examinadores que sufre la provincia de Cuenca, donde actualmente hay cinco examinadores, se le suma la baja solicitada por la plantilla o, incluso, las vacaciones. Para solucionar este contratiempo, la Jefatura de Tráfico ya ha comunicado a las autoescuelas que desde el veintidós de noviembre la provincia contará con un nuevo profesional examinador, cuya prolongación se prevé que dure en torno a un mes. Algo que no termina de convencer a los centros de formación vial porque, a su parecer, las raíces del problema son mucho más profundas.

«De los cinco examinadores que hay ahora mismo, probablemente uno de ellos se jubile en diciembre, por lo que desde ese momento nos quedaremos con cuatro. Pero si contamos periodos vacacionales y bajas, el número de personal examinador disminuye», señala Pavón.

Falta de profesores

La falta de agilidad por parte de la administración para cubrir las plazas de examinadores que alcanzaban la edad de jubilación, es uno de los factores que las autoescuelas conquenses señalan como el origen de las consecuencias que sufren actualmente. «Hay muchos profesores que han hecho las oposiciones de examinadores y gracias al acceso libre se ha podido solventar un poco el problema», añade Sergio Pavón. No obstante, y a raíz de esta situación adversa que sufren las autoescuelas se añade otro: la falta de profesores.

«Ya de por sí había pocos profesores y a esto hay que añadirle que hay dos cursos de formadores pendientes de una última fase que no termina de convocar Tráfico. De hecho, muchos de ellos han hecho la oposición de examinadores y han pasado a ser examinadores», indica Pavón, que advierte de la falta de profesores que hay ahora mismo en la provincia.

El problema es tan palpable que Ana Belén Jiménez confiesa que está buscando a dos profesores por la «superfalta que tenemos en las autoescuelas». Ella está buscando a dos profesores con urgencia «para incorporación inmediata», solicita la gerente de la pequeña autoescuela. La cual añade que no comprende cómo habiendo trabajo, no haya suficientes personas que apacigüen la demanda que actualmente existe. «Qué pena que haya empresas que se estén yendo a pique porque a pesar de tener alumnos, no hay suficientes profesores que preparen a futuros conductores. Eso es un problema», sentencia.

Repercusión en la economía local

«O hay nuevos profesores o esto a corto plazo va a ser el fin de nuestras autoescuelas», advierten los empresarios, conscientes de la positiva relación que mantiene su actividad con la economía de la ciudad de Cuenca. «La ciudad es pequeña y las autoescuelas les estamos haciendo un gran favor en cuanto a turismo se refiere, porque yo tengo alumnos que me vienen de Barcelona, de Madrid o de otras ciudades de España a sacarse el carnet. Por lo tanto, si están una semana haciendo un curso intensivo en mi centro, están consumiendo en Cuenca y se benefician diferentes sectores: hoteles, bares u ocio», señala. Y añade que, a pesar de que la capacidad de su autoescuela es menor que el de otras, hay semanas que ha llegado a sumar hasta diez personas venidas de otras provincias para sacarse el carnet.

El sector de la enseñanza vial se encuentra a la espera que de Tráfico determine y materialice una solución duradera que ayude a estabilizar la actividad de estas empresas.