La entrada de la iglesia de las Concepcionistas, apuntalada a la espera de la visita de los técnicos

Las Concepcionistas esperan que se rehabilite "cuanto antes" para poder reabrir su iglesia

La entrada de la iglesia de las Concepcionistas ha sido apuntalada a la espera de la visita de los técnicos para que elaboren un proyecto y se ejecute la rehabilitación tras el ataque con gasolina y fuego que sufrió el pasado viernes el templo. Así lo indico el miércoles 8 de mayo a Voces de Cuenca la hermana Inmaculada Fernández, que ejerce de abadesa del convento en unas declaraciones junto con la hermana Margarita Patiño tras invitar a este periódico a su monasterio.

Las monjas apuntan que los bomberos estuvieron comprobando con una pértica la estabilidad del yeso del techo, porque con el humo todo alcanzó temperaturas muy altas. “Decidieron apuntalar la entrada por si acaso para que no hubiera problemas”, apostilla.

Según ha señalado, están a la espera de que los técnicos vayan a hacer las valoraciones e informes de cómo ha quedado la cosa. Por el momento no pueden entrar a la iglesia “no porque haya peligro de que se derrumbe nada, sino porque está sucísima”. Fernández asevera en este punto que el alcalde Darío Dolz les dijo que no se ocuparan de nada, porque el Consorcio se encargaría del arreglo y les pidió que no tocaran absolutamente nada del interior del tempo.

“Si fuera por nosotras ya hubiéramos tirado de plumero, pero nos dijeron que no limpiáramos nada de hollín porque tiene que ser una empresa especializada en patrimonio y obras de arte la que retirara los restos de hollín”, explica Fernández.

Sobre el estado en el que ha quedado la iglesia, y a falta de un informe definitivo por parte de los técnicos, comentan que está “sucísima. La pintura era toda en tonos claros y está completamente gris”. Como ejemplo apuntan que el obispo José María Yanguas fue a verlas “y bromeó con que todos los santos parecía que tenían barba y bigote de los restos de ceniza y hollín que tienen”.

Fernández asevera que “tampoco es que haya en la iglesia muchas obras de arte. Incluso algunas de las imágenes son de escayola. Sí que es es verdad que hay alguna talla, como la Inmaculada, que da mucha pena verla; o el retablillo del Sagrario que había en la puerta y que lo acababan de hacer y está de pena. A la imagen de Cristo no le ha saltado ni una chusta”.

“Afortunadamente, y aquí es donde estuvo el milagro gordo, el fuego quedó limitado a la parte de la entrada y el techo bajo que hay en los primeros metros de iglesia”, celebra. El fuego, eso sí, dañó severamente las puertas de la iglesia, que fueron donadas por la Cofradía de Las Angustias que hicieron para que sus imágenes titulares cupieran por ellas. “Las hicieron Esteban y Juanjo en el taller de los Soria, ambos ya fallecidos y a los que estamos muy agradecidas”.

Ahora, que ya no pueden celebrar la Eucaristía en la iglesia se quedan “en el compás de espera a ver si la burocracia se cumple cuanto antes y se rehabilita para que se pueda volver a utilizar”, dice Patiño. “Las autoridades y los organismos competentes están interesados en que sea cuanto antes y eso es una noticia extraordinaria. El alcalde nos comentó que hay algunos programas de urgencia y para nosotras esto es un caso clarísimo”, apostilla Fernández.