«La clientela se comporta bien y se sabe adaptar excepto el típico garrulo que siempre hay»

Entrevista con Leonor Baz, propietaria de Comestibles Leo, una tienda de barrio con cerca de 30 años abierta al público en Avenida Reyes Católicos

Leo Baz es de las que sigue al pie del cañón. Como lo ha estado desde 1993 en Comestibles Leo, en la Avenida de Reyes Católicos. Y ahora, con más motivo. Por una cuestión de necesidad. Las tiendas de barrio son ahora una ‘bendición’ durante el estado de alarma con la mayor parte de los establecimientos comerciales cerrados. La atención al público, el cuidado del producto y la limpieza, en las actuales circunstancias, son las bazas con las que cuentan para superar la actual crisis sanitaria mientras cumplen un papel fundamental para sus conciudadanos.

Leonor Baz, en su tienda de Reyes Católicos antes de la pandemia

¿Cómo influye la crisis sanitaria en las condiciones de trabajo de una tienda de barrio como la vuesta?
Tenemos de trabajar de otra forma completamente diferente a como lo veníamos haciendo. Guantes siempre hemos llevado para trabajar pero ahora también clo tenemos que hacer con mascarillas, que son bastante incómodas para trabajar.

¿Os habéis visto afectados en cuanto al abastecimiento de proveedores?

En cuanto a las mercancías no hay problema de ningún tipo. Lo único es que con la fruta que viene de fuera de España sí está habiendo problemas porque no hay fletes y viene más cara o no viene. Entonces, se puede ver incrementado el precio del producto español. Es lo único que estoy notando.

¿Cómo valoras el comportamieno de la clientela hasta ahora?

La clientela se comporta bien excepto el típico garrulo que siempre hay. Pero la mayoría de la gente se adapta muy bien a las normas que ponemos. Por ejemplo, no dejamos pasar a la tienda más de dos personas y a una distancia mínima de dos metros. Porque, de otra manera, estaríamos muy expuestas nosotras y, si queremos seguir trabajando, tiene que ser así. 

¿Los clientes mantienen los hábitos a la hora de comprar o la situación que vivimos los ha alterado?

Sigue viniendo el típico que viene todo los días a por su barra de pan pero la mayoría de la gente compra dos o tres barras y viene en dos o tres días. Y en vez de comprar tres manzanas, compra siete manzanas y tiene para otros tres días. Es una manera de hablar. Lo mismo que dices manzanas, se puede decir peras u otros productos. También se nota que la gente mayor viene menos y vienen sus hijos o te llaman por teléfono y se lo llevas a casa. Depende de los casos. En general, la gente mayor está muy concienciada.

¿Cuál es el producto estrella en estas circunstancias que estamos viviendo?

Por ejemplo, se nota últimamente con la harina y la levadura. No sé si la gente tendrá un poco de miedo al procesado de los productos, a que te puedas infectar por cómo se haya hecho el proceso …No sé pero creo que todas las panaderías tienen sus medidas e seguridad. No creo que sea ese el problema.

«ahora lo que se está vendiendo mucho son naranjas. la gente hace mucho zumo en casa»

¿También has notado la demanda de harina y levadura? Son productos que cuesta encontrarlos en los supermercados de la ciudad. Parece que le ha dado a todo el mundo por hacer pan en casa.

Sí, sí. Antes vendía bastante harina cuando estaba el Bar Pelusa, por los calamares. Y ahora que no está incluso vendo más harina que cuando estaba el Pelusa. Levadura, por lo visto, no queda prácticamente en ningún lado. 

¿Podríamos decir que la clientela demanda ahora en mayor medida productos naturales?

No, especialmente. Lo que miran mucho ahora es la limpieza del local, la atención…Pero porque sea más o menos sano, no creo. Lo que sí se hace mucho ahora es zumo de naranja. De hecho, naranjas se venden ahora bastante por ese tipo de cosas, la vitamina C.

¿Como está afectando la situación a los productos de Cuenca? ¿Hay mayor demanda de ellos ahora, la misma que antes, menos,…?

Ahora mismo, la gente no viene preguntando especialmente por la procedencia del producto. Eso ha pasado a un segundo plano, desde mi punto de vista. Yo siempre tengo productos de Cuenca, en especial los quesos, por ejemplo, que la mayoría son de Cuenca; también chorizos, …pero no es algo en lo que se haga hincapié. Ahora vienen, compran rápido, si lo puedes tener preparado tras una llamada mejor para no estar esperando. La gente tiene mucho miedo.

Tras casi treinta años al pie del cañón con el negocio…¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de todo esto?

No lo sé. Sobre todo el miedo que tiene la gente. Juzgo incluso por mí misma. Dentro de la tienda no, pero en cuanto salgo a comprar a otro sitio me da, más que miedo, respeto.

«cambian los hábitos. el cliente en vez de comprar tres manzanas, compra siete y tiene para otros tres días»

¿Se ha notado algún cambio en cuanto a los horarios de las compras?

Yo tengo gente esperando antes de abrir la tienda, para no tener que hacer cola. Y ya se está relajando un poco más la gente pero los primeros días eran…Sobre todo faltaron muchísimas legumbres. Los primeros días del confinamiento la gente se llevaba legumbres como si fuésemos a entrar en guerra. Legumbres y patatas. La gente tenía mucho miedo.

¿Has percibido ahora mayor interés por las tiendas de proximidad? 

Tengo clientes que me han agradecido que estamos aquí, que estemos tan dispuestos. Algo que siempre hemos estado. Es muy cómodo ir a un súper y llevarte todo, lo entiendo, La gente está trabajando todo el día y lo entiendo perfectamente. También tengo clientes que han venido siempre ha comprarme fruta, legumbres, charcutería…que les han gustado y ahora vienen a por más. 

Y en cuanto a los ingresos del establecimiento.. ¿Cómo han evolucionado en estas circunstancias tan especiales? Hay comercios que han tenido que cerrar, otros han visto mermadas las ventas de forma sustancial…

Ahora, con el coronavirus, estamos vendiendo más. No sé si será porque con el coronavirus la gente no consume fuera y todo lo hace en casa. Hay clientes que antes compraban todo en supermercado y ahora compran algo más en tienda de barrio. Claro, ahora la gente no puede consumir en la hostelería y ese dinero tiene que ir a algún sitio. Por ejemplo, las cervezas. Antes se tomaban por ahí y ahora se venden para tomarlas en casa.