A mediados del mes de febrero, el Ayuntamiento de Toledo presentó una modificación del Plan General Municipal de Ordenación Urbana para regular los apartamentos y viviendas de uso turístico en la ciudad. Con esta iniciativa el consistorio toledano pretende poner coto a este tipo de vividas con la finalidad de proteger a los residentes y el comercio local situado en los barrios más añejos de la capital castellano-manchega.
La nueva normativa puesta en marcha establece que los apartamentos o viviendas de uso turístico no podrán superar el 20% del total de las viviendas establecidas por el Plan General de Ordenación Urbana de Toledo. Y, además, especifica que, tras este planteamiento, este tipo de viviendas sólo se podrán establecer en el primer piso y planta baja de los edificios.
Tras esta modificación en el reglamento municipal, Voces de Cuenca ha contactado con la asociación de vecinos del Casco Antiguo de Cuenca para conocer la realidad que viven en torno a esta circunstancia. «La situación en Cuenca es la misma que hay en Toledo y la misma que en tantísimos cascos antiguos que hay en España: el turismo lo que hace es vaciarlos y echar a los residentes. Esto es un hecho. Sin embargo, aquí nadie plantea el problema y nadie aporta las soluciones. Pero se trata de una situación que hay que ponerla encima de la mesa», señala Jesús Reyes, presidente de la plataforma vecinal.
En diferentes contactos con el Ayuntamiento de Cuenca, Reyes explica a este medio que ya planteó este debate al consistorio local, donde en su momento aludieron que se trataba de una normativa de carácter regional. «Se trata de una circunstancia que se da en muchos puntos del país y en caso de que la normativa sea regional, los ayuntamientos tienen margen para actuar como han actuado los ayuntamientos en Barcelona, San Sebastián, Sevilla, Mallorca… Y con la modificación que ha hecho el Ayuntamiento de Toledo queda claro que los ayuntamientos, a través de sus márgenes propios, pueden actuar».
Un «problema» que se agrava en Cuenca
El presidente de la asociación de vecinos del Casco Antiguo de Cuenca explica que a pesar de que se trata de una circunstancia que se vive en diferentes zonas del país, en la ciudad de Cuenca esta circunstancia se ve agravada por sus propias características. «A diferencia de otros Cascos, el de Cuenca es pequeño. Somos pocos vecinos y hay pocas calles, por lo que de aquí a nada nos echan al río porque somos muy pocos. Esa es la gravedad que tiene esta ciudad».
Jesús Reyes subraya la importancia de tomar decisiones acertadas dado que «en cascos históricos de pueblos más pequeños ya están vacíos completamente a día de hoy. Todos son apartamentos turísticos y nadie vive en estas zonas. Un ejemplo de ello es Sigüenza o, incluso, Cáceres. Yo no quiero ese modelo para Cuenca y es un debate que se debe de plantear a políticos y vecinos», explica. Y añade que en otros lugares existen movimientos que «plantean» y «preguntan a los vecinos» las alternativas que existen.
Con el objetivo de que estas y otras reclamaciones sean escuchadas con las diferentes formaciones políticas, la agrupación vecinal se encuentra preparando un foro con los diferentes representantes locales. Esta toma de contacto se celebrará el 27 de marzo. «Tenemos problemas más inmediatos como la movilidad, acceso, control de tráfico, aparcamiento… y para las que el ayuntamiento no nos hace caso», señalan.