La diputada nacional y concejal en el Ayuntamiento de Cuenca Beatriz Jiménez ha manifestado este jueves su «profundo malestar» ante las recientes declaraciones de la portavoz de la Ejecutiva del PSOE, Esther Peña, y la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en las que equiparan el régimen fiscal catalán con las ayudas al funcionamiento que reciben Cuenca, Teruel y Soria por su condición de despobladas. Jiménez ha calificado estas afirmaciones como una «mayúscula desfachatez» y ha exigido «explicaciones inmediatas».
«Es inaceptable que desde el Gobierno y el PSOE se intenten equiparar las ayudas que buscan mitigar el impacto de la despoblación en nuestra provincia con el régimen fiscal especial que se ha concedido a Cataluña», ha indicado Jiménez, que ha lamentado que «esta comparación no solo es ofensiva para los ciudadanos de Cuenca, sino que refleja una alarmante falta de conocimiento y seriedad por parte de quienes nos gobiernan».
La popular calcula que «con lo que va a perder Cuenca durante la legislatura de Page con el cupo catalán, a la que le corresponderían 142 millones de los 714 perdidos, podríamos tener 2 autovía Albacete-Cuenca en tres años y nos sobrarían 42 millones».
La diputada nacional ha pedido a las autoridades locales del PSOE, incluyendo al alcalde de Cuenca, Darío Dolz, y al secretario del PSOE de Cuenca, Luis Carlos Sahuquillo, «que se pronuncien públicamente sobre estas declaraciones». «Es el momento de que nuestros representantes locales y a nivel nacional demuestren su compromiso con la provincia y descalifiquen claramente las palabras de sus compañeros de partido, que no hacen más que confundir a la opinión pública y menospreciar los esfuerzos que se están realizando para apoyar a las empresas de las zonas más despobladas», afirmó.
Jiménez ha concluido instando a una «respuesta inmediata» y contundente por parte del PSOE de Cuenca: «Nuestros ciudadanos merecen saber que sus representantes están de su lado y que no permitirán que se juegue con los intereses de la provincia para justificar acuerdos políticos que no nos benefician en absoluto».
