La mañana gris y fría en Cuenca capital no ha impedido que hayan sido muchos los conquenses que hayan acudido al punto de recogida de ayuda humanitaria para Ucrania que el Ayuntamiento ha habilitado en el Mercado Municipal. Como una gota constante que termina rompiendo a una roca, ha sido se ha mostrado la solidaridad conquense con donaciones recurrentes. No estaba lleno el mercado, pero siempre había alguien llevando algo.
Ucranianos conquenses, miembros de Protección Civil y la concejal Asunción Moriana han estado atendiendo este punto de recogida donde las cajas se multiplicaban cual relato bíblico. A pesar de que el horario anunciado para llevar cualquier donativo era a partir de las 11 horas de la mañana, Moriana confirmaba que desde las diez ya había movimiento de voluntarios y personas que querían dar su donativo en las galerías del viejo edificio municipal.
«La solidaridad de los conquenses se ha vuelto a demostrar. Estamos satisfechos del gran corazón que tiene la gente», admitía la edil socialista. Desde Protección Civil apuntaban que bien es cierto «que las personas mayores son las que se salen por la mañana a comprar y tienen más tiempo», pero que a este punto se estaba acercando gente de todas las edades.
«De todo tipo, vienen jóvenes y mayores con su gran corazón. Vienen trayendo cosas de casas, además de compra. Quien no tiene mucho trae todo lo que puede. Eso nos llena el alma, todos juntos apoyando, ayudando», explicaba emocionada Lidiya Gavinska, una ucraniana afincada en Cuenca.
Mientras hablamos con Lidiya llega un matrimonio de avanzada edad con una caja embalada. «Son medicinas y pañales», responden a la pregunta de que han donado. También admite el hombre que habían estado antes en el punto de recogida: «Nosotros teníamos la idea de donar 100 euros, nos han dicho que no cogían dinero y nos hemos ido a una farmacia a comprar lo que nos han dicho».
Desde el Ayuntamiento admiten que no saben hasta cuando va a estar abierto el punto informativo: «No lo sabemos, hasta que ellos nos digan». Sin embargo, los ucranianos presentes todavía tienen un impedimento para hacer llegar estos donativos a su destino final, el transporte. Por esa razón también piden ayuda al consistorio conquense: «Necesitamos que nos ayude. Estamos hablando con ellos pero todavía no hay nada cerrado. Necesitamos transporte para mandar lo que tenemos. Cada hora vale oro, llevar medicinas a los soldados defensores es lo principal. Si perdemos una hora, perdemos un montón de vidas», dice angustiada Gavinska.
Ante la petición de la ucraniana, la concejal Asunción Moriana explica que «las entidades como Diputación, Junta y Ayuntamiento están en contacto para gestionar la llegada de donativos, así como la llegada de refugiados». Además, ha añadido que se va a habilitar un punto logístico donde almacenar estos donativos hasta que se encuentre una fórmula para poder llevarlos a su destino.
Desde este punto de recogida avisan de que ya no se admite más ropa, porque no dan abasto con la recibida, lo que más se necesitan son alimentos no perecederos, productos de higiene y medicación.
Tampoco quienes se acercan hasta este mercado ponen en duda lo que se está haciendo, a quién se está entregando el donativo, y para qué. «Nadie se ha planteado a dónde va a llegar ni cómo va a llegar. No hay dudas. Con su buen corazón han traído todo lo que han podido donar y bien recibido es», explican.
Mientras tanto, los bombardeos continúan en Ucrania, un día más de sufrimiento para la población civil de país, y un día más de sufrimiento para quienes tienen que vivir desde lejos la guerra en su país natal: «No tenemos tiempo para hablar. Por la noche rezamos por nuestra gente en Ucrania, por nuestros militares, por todo el pueblo ucraniano. Y durante el día trabajando con los españoles, de quienes no esperábamos tanto apoyo, es una cosa increíble», confiesa Lidiya demostrando que en los peores momentos es cuando se pueden ver los mejores gestos de las personas en comunidad.