Hosteleros y comerciantes del Casco Antiguo ya notan en sus negocios la reactivación del turismo nacional tras el fin del cierre perimetral. Así lo han indicado en declaraciones a Voces de Cuenca varios empresarios de la zona, que no obstante señalan que todavía queda margen para seguir incrementando el número de turistas y que se pueda hablar de una recuperación plena.
Julio Alberto Sánchez, propietario de La Edad de Oro y La huella de los elefantes, apunta que el fin que el fin del cierre perimetral “ha sido un plus para el negocio porque se suma a la gente que sube del resto de la ciudad”. Eso sí, señala que todavía no han llegado “al volumen de antes de la pandemia” y destaca que se trata “del empujón que estábamos esperando con muchas ganas desde la hostelería e imagino que también desde el resto de sectores”.
Incremento paulatino en las reservas hoteleras
Borja García, gerente del Hotel Convento del Giraldo, Hotel Cueva del Fraile y Hotel Leonor de Aquitania, indica que todavía no han abierto sus hoteles en el Casco Antiguo: “La semana pasada abrimos la Cueva del Fraile y este viernes lo haremos con el Leonor de Aquitania”. La reapertura de establecimientos que sirve también para poner números al regreso del turismo en la capital. García explica que su intención es hacer como con el anterior estado de alarma “ir abriendo de forma paulatina”.
En este sentido, considera que “el fin de semana pasado fue de tránsito, se va a repetir lo que pasó la vez anterior, que se empezaron a levantar las medidas a primeros de junio y tardamos dos o tres semanas en recuperar cierta normalidad”. “Yo creo que este fin de semana pasado la gente lo ha destinado un poco a ir a ver a abuelos, familiares y amigos y ir a ver cómo están después de tantos meses sus segundas residencias, y en ese sentido yo creo que fue un fin de semana un tanto peculiar porque la gente tenía otras prioridades a parte de la necesidad de viajar que por otra parte se nota que está ahí”, sentencia respecto a la reapertura. Eso sí, indica que “que este fin de semana puede ir mejor que el pasado”.
García resalta que el fin del cierre perimetral “llega en una época en la que nuestra mercado entra en tierra de nadie, porque competimos mucho con la playa y creo que va a haber más ganas de playa de lo habitual porque mucha gente no fue y este año las medidas van a ser más laxas, hay más tranquilidad en el ambiente con la vacuna y vamos a competir más que el año pasado con la playa”.
Respecto a la recuperación, el propietario de estos tres hoteles de la capital indica que “con la llegada del fin de semana se está notando un incremento en las reservas que antes no había. No ya solo para esos primeros fines de semana, que siempre es una venta más impulsiva y de última hora, pero sí están empezando a entrar reservas para julio y agosto, que hasta ahora no entraban. Entramos dentro de una dinámica más normal. En líneas generales yo creo que se va a repetir el esquema del año pasado, con muchas reservas de última hora, pero con la ventaja espero de que nos metamos en un otoño normal, no como el del año pasado”.
Dificultades en los comercios
La situación es distinta para los comerciantes del Casco Antiguo. Óscar Moreno, propietario de ‘Colores’, una tienda de regalos y souvenirs de diseño en la calle Alfonso VIII, muy cerca de la Anteplaza, subraya que los comercios necesitan más volumen de turistas que la hostelería, y sobre todo, que sean de fuera de la región.
En este punto señala “veía sábados que estaban las terrazas llenas y a la tienda no llegaba la gente. Porque el turismo tiene que comer y beber, pero al ser de Castilla-La Mancha ya estábamos todos muy vistos para el tema de regalos y souvenirs. Hemos tenido sábados y domingos muy malos pese a estar la Plaza Mayor llena de gente”. Así, destaca “la importancia de la llegada de turistas del exterior, Madrid, Valencia y Andalucía. Desde Toledo y Talavera de la Reina es más complicado que se lleven un cuadro de Cuenca porque estamos más vistos en Castilla-La Mancha, por decirlo de alguna forma. En cambio para un madrileño que viene a pasar un fin de semana es distinto”.
Sobre si la apertura tras el cierre perimetral ya deja notar sus efectos asevera que “sí se ha notado, tampoco es que haya sido la panacea pero para lo que estábamos acostumbrados sí”. Añade que “incluso entre semana se está viendo más que entre semanas anteriores. La semana pasada antes del sábado no fue mucho pero se veía movimiento, también algún turista extranjero. Le falta como un 20% más para estar en niveles normales”.
Visión sobre el derrumbe de la calle Canónigos
Sánchez indica que muchos de los turistas que pasan por sus establecimientos se interesan por los recorridos para poder ver las Casas Colgadas y el Puente de San Pablo debido a las restricciones tras el derrumbe. “Se les ofrecen varias alternativas, como los miradores del Castillo y el resto de miradores que hay a la hoz del Huécar, que aunque no sea la panorámica más conocida es una vista que agradecen, y como última alternativa bajar desde el Casco Antiguo hasta el Auditorio para que suban la cuesta del Parador”, señala.
Moreno por su parte señala que la caída de la calle Canónigos “hace daño a la imagen turística pero en sentido estricto no afecta al comercio. Yo creo que no es una ruina como dicen algunos conquense, porque ya se preveía que el paso iba a estar cuatro meses cerrado”.
El más optimista de los tres es García, que considera que “paradójicamente la caída ha servido de publicidad para la ciudad. Hemos estado en muchos medios de comunicación y no deja de ser un recordatorio de que Cuenca está ahí. Es verdad que la experiencia del turista se ve perjudicada, porque cruzar el puente de San Pablo es la escena fetén para cualquier turista que viene a Cuenca por primera vez, y es una lástima y una desgracia su caída, pero no hemos perdido visitantes por ello sino que ha servido como recordatorio”.