La jornada del 18 de diciembre se conmemora el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple pero este año faltará la mesa informativa de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Cuenca (ADEMCU) en la calle Carretería, uno de los elementos vinculados de forma ineludible desde hace años a esta fecha. La pandemia, como ha ocurrido en innumerables casos, ha obligado a reformular las actividades y las restricciones asociadas a la crisis sanitaria han obligado a suspender los actos habituales y la instalación de mesas informativas. Estas mesas suponían, además de un efectivo canal de información y sensibilización, una vía de aportación de fondos que contribuye a financiar los gastos corrientes y servicios que presta la asociación.
La presidenta de Ademcu, Avelina Hortelano, ha realizado un llamamiento a la colaboración ciudadana para contribuir al mantenimiento de la actividad. «Si alguien quiere darnos un donativo, que se acerque a la sede de la asociación y lo aporte. Pueden hacerlo porque este año no instalaremos la mesa informativa pero el que tenga voluntad y quiera ayudar, puede hacerlo. Tenemos que pagar la luz, teléfono,…todos los gastos y con lo que nos aporta las federaciones pagamos fisioterapeuta, logopeda, terapeuta ocupacional,…a todos.
Estas mismas fuentes han indicado que «este año estamos aburridos de todo esto pero este año no hemos podido salir a la calle con la mesa informativa porque no queremos que nadie se pueda contagiar. De todas formas la gente se ha portado y la lotería se ha vendido muy bien. No ha hecho falta casi que salgamos y se ha comprado como si fuese una obligación. Hemos vendido toda la que sacamos así que estamos contentos».
Hortelano asegura que han sido meses muy complicados tanto desde un puesto de vista personal como asistencial. «Hemos estado sin salir y sin poder recibir rehabilitación porque no podíamos ir a la asociación, ni a nada. Ahora, después del confinamiento, hemos podido ir a rehabilitación cada uno a una hora para no juntarnos. Con la medicación ha habido casos de todo tipo y hubo gente que decidió no ir a la asociación para nada por miedo a coger cualquier cosa. Se ha asumido de distintas maneras. Ha sido una faena porque necesitamos salir y no perder la rehabilitación. Pero no podíamos hacer otra cosa».
De momento, asegura la presidenta de Ademcu «estamos bien atendidos. Hay muchas personas que sólo reciben la rehabilitación de la asociación. En la segunda fase de la pandemia la fisioterapeuta nos ha puesto unas horas para ir repartidos, y así nos vamos apañando».