«Hay que mejorar los sistemas de alerta y la percepción del riesgo entre la población expuesta»

El conquense José María Bodoque, catedrático de Ingeniería Geológica y Minera de la UCLM, analiza la última Dana y las medidas necesarias para limitar los daños de este tipo de fenómenos en el futuro

El catedrático de Ingeniería Geológica y Minera en Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica de la UCLM en Toledo, José María Bodoque, traslada la necesidad de adoptar una batería de medidas para limitar los daños de DANAS como la que ha afectado la semana pasada, principalmente, a la comunidad valenciana y a poblaciones conquense como Mira o Landete. Considera fundamental mejorar los sistemas de alerta para prevenir a la ciudadanía y reducir la destrucción asociada. Asimismo, avanza que el cambio climático puede desencadenas más inundaciones de este tipo y más intensas.

¿Por qué ocurren estos episodios de inundaciones y por qué ocurren con tanta virulencia?

Lo que ha ocurrido en Valencia y que también ha afectado en Castilla- La Mancha en Mira o Letur, a Barcelona, a Málaga, en definitiva, a todo lo que geográficamente podemos identificar como Levante español tiene que ver con un fenómeno recurrente que se llama gota fría que se produce pasado el verano. Ocurre como consecuencia de que entra en contacto un embolsamiento de aire frío que viene del norte con una masa de aire caliente y la consecuencia de ello son lluvias, lluvias muy intensas que se producen prácticamente todos los años aunque no con la virulencia de esta ocasión.

Históricamente tenemos antecedentes pero parece que últimamente son más fuertes…o al menos esa es la impresión que puede dar.

Es un fenómeno recurrente que en el pasado ha generado o ha provocado eventos de inundación con víctimas mortales. Si nos vamos a 1982 habría que recordar el pantano de Tous; en 1957 la riada del Turia que afectó principalmente a la ciudad de Valencia. Son fenómenos que se producen recurrentemente, de vez en cuando, y por desgracia ocasionan víctimas. El contexto en el que nos encontramos ahora es que, como consecuencia del cambio climático, todo indica que el mar Mediterráneo se va a calentar más de lo que se ha venido calentando en las últimas décadas. Y eso nos lleva a DANAS como la que tuvimos el pasado 29 y que, probablemente, se repitan con más frecuencia de lo que ha sido hasta ahora.

¿Qué pueden hacer los municipios ante este panorama? Es diferente hablar de grandes a capitales como Valencia a municipios más pequeños…

Hay que partir de la premisa de que en España, hasta hace relativamente poco tiempo, hasta el año 2008 en concreto, se ha urbanizado sin tener en cuenta los espacios fluviales. Entonces, muchos cauces que tienen funcionamiento intermitente como ramblas, barrancos, rieras…que normalmente no llevan agua, pero que cuando la llevan tiene una alta capacidad destructiva, han sido urbanizados, han sido ocupados por calles y viviendas. Como resultado de esta mala planificación hay bastante gente que está expuesta a las inundaciones. Además, hay inundaciones que se desencadenan muy rápidamente, desde que se genera la tormenta hasta que se produce la crecida pasa muy poquito tiempo, poquitas horas y a veces incluso menos de una hora.

Antes estas circunstacias ¿Qué se puede hacer?

Pues mejorar todavía más los sistemas de alerta meteorológica y de alerta hidrológica. Que los políticos se tomen más en serio estas alertas y que las comuniquen a la población vía telefonía móvil utilizando el sistema ES-Alert. Mejorar la percepción del riesgo porque normalmente en todos estos sitios, aún habiendo población expuesta, esta población no es consciente, no tiene la percepción de que puede estar en riesgo. Mejorar la resiliencia de los inmuebles o de los edificios expuestos para que resistan mejor la embestida de la corriente, que no pase como pasó en Letur que la crecida se lleve a una casa con la gente que la habitaba. En fin, mejorar las cartografías, abordar obras de ingeniería hidráulica donde sea estrictamente necesario. Habría que ir hacia una combinación de medidas, pero partiendo de la premisa que parte del problema lo hemos ocasionado nosotros mismos urbanizando en zonas que nunca deberían haberse urbanizado.

Protección Civil de Castilla-La Mancha establece la recomendación de disponer de Planes de Actuación Municipal en cada provincia para municipios con riesgo de inundaciones. En el caso de la provincia de Cuenca son medio centenar aproximadamente. ¿Se toman en serio las respectivas administraciones la elaboración de estos planes estos planes?

Creo que sí. Desde 2007, cuando se aprobó la Directiva Europea de Inundaciones y después de que se adaptara al ordenamiento jurídico español, aproximadamente desde el 2008, cualquier plan urbanístico que interfiera con un cauce, insisto, aunque ese cauce normalmente no lleve agua, debe llevar asociada una valoración de peligrosidad hacia el riesgo por inundación. Es decir, desde el 2008 no deberían urbanizarse espacios fluviales. Durante el desarrollo del franquismo, en la segunda mitad del siglo XX y con toda la burbuja inmobiliaria se ocuparon muchos espacios fluviales y hay muchísima gente que está expuesta a este tipo de riesgos.

También es cierto que los pueblos pequeños lo tienen complicado para planificar y elaborar planes preventivos por la escasez de recursos y de personal.

Soy de Cuenca, creo que lo conozco bien y los pueblos pequeños carecen normalmente de recursos. Si no tienen el apoyo, como mínimo, regional y también de la Diputación para abordar todo este tipo de cuestiones…es complicado.

¿Aprenderemos algo de lo que ha ocurrido o sucederá como en otras ocasiones que en los primeros días estamos todos muy sensibilizados pero luego se olvida?

Hasta cierto punto soy pesimista porque la experiencia nos dicta que pasado un tiempo, y no demasiado, todo se olvida. Hasta donde yo sé, los damnificados por el volcán de La Palma todavía no han recibido la indemnización, los que tenían derecho a ello. Y si no estoy equivocado, ha sido muy recientemente cuando los afectados por el terremoto de Lorca, de hace trece años. La memoria es muy corta pero lo que ha pasado especialmente en Valencia, con una cantidad de fallecidos muy elevada, espero que se tome en serio. Pero, a priori , no soy del todo optimista.

En definitiva, como has apuntado hacen falta una serie de medidas corales para prevenir…


Así es. Conviene mejorar la percepción de la población mediante el desarrollo de planes de comunicación que se hagan de manera más o menos rutinaria a lo largo del tiempo para que la gente sepa que está en riesgo y cómo tiene que responder en caso de inundación. Mejorar los sistemas de alerta temprana, tanto meteorológicos como hidrológicos. Pero más importante, lo que la experiencia de esta última Dana nos ha mostrado es que la coordinación entre las distintas Administraciones deja bastante que desear, habría que mejorar esto. Habría que mejorar también los protocolos, es decir, cuando la Aemet dicta una alerta, pues que cada institución, cada administración sepa exactamente lo que tiene que hacer y cómo tiene que actuar.