Las razones por las que el coronavirus afecta más a unos territorios que a otros, o a unas ciudades que otras, son todavía, en gran parte, una incógnita. Hay teorías a mansalva -unas basadas en el método científico y otras meras boutades ventajistas- y pocas certezas. Una de ellas es que no se puede explicar por un único motivo sino por la multifactorialidad. Sí que se ha observado, por ejemplo, que el impacto más alto del SARS-Cov-2 suele ir asociado a una mayor densidad de población, concentraciones urbanas o uso del transporte colectivo.
Por eso llama la atención que, de acuerdo a los datos proporcionados por el Instituto de Salud Carlos III y la Consejería de Sanidad, la incidencia cuantitativa de la enfermedad sea mayor en el conjunto de la provincia que en Cuenca capital.
Así en la semana del 24 al 30 de agosto, que es la más reciente de la que se proporcionan cifras, en la ciudad conquense se registraron 42,05 casos por cada 100.000 habitantes. En todo el territorio provincial esa relación -la estándar en la estadística epidemiológica- se eleva a 50,93.
En la semana anterior la diferencia todavía era más acusada. La incendia acumulada para el período del 17 al 23 de agosto se elevaba a 57,05 en el global provincial y se fijaba en 21,09 en el local.
Eso significa que las tendencias en ambos ámbitos siguen una tendencia diferente: cada vez más contagios en la capital y menos en los pueblos. Una explicación probable es que en el ecuador de agosto la población flotante de los municipios pequeños y medianos conquenses era muy elevada y conforme el calendario se ha ido aproximando a septiembre y al inicio del curso esos habitantes extra han ido volviendo a sus lugares de residencia habitual. Una dinámica inversa a la que experimenta una ciudad como Cuenca, donde muchos de sus habitantes veranean en otras localidades.
Entre los municipios conquenses de más de 1.000 habitantes -los únicos para los que la Consejería proporciona los datos desglosados- la mayor incidencia relativa en términos demográficos se concentra en Landete con una ratio de 486,2 casos por cada 100.000 habitantes. Es mas del doble que la de la Comunidad de Madrid (238,92). Y no es que haya un megabrote ni que se haya desatado la transmisión comunitaria sino que los 6 casos son muchos si se ponen en relación con sus 1.234 habitantes.
Destaca también la incidencia en Motilla del Palancar con 204,4 casos por cada 100.000 habitantes (12 infecciones para un total de 5.869). En Tarancón la incidencia acumulada es de 58,9 por cada 100.000, también superior a la media provincial.