El conquense Juan Manuel Igualada, último quinto español, ha fallecido tras un coma de 27 años. Según recoge este jueves el Faro de Vigo, Juan Manuel fallecía el pasado 28 de enero tras pasar casi las últimas tres décadas en estado vegetativo, tras sufrir un accidente de tráfico durante unas maniobras mientras hacía el servicio militar obligatorio en la Armada en Ferrol que lo dejó postrado en una cama del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.
Milagros Durán, su madre, tenía trabajo en su Cuenca natal antes del accidente, que se produjo cuando Juan Manuel tenía 19 años, y se vio obligada a dejarlo todo para cuidar de su hijo en el hospital. Había sufrido graves heridas en la cabeza y los médicos no pudieron hacer nada, puesto que tenía lesiones cerebrales que lo dejaron en un estado vegetativo persistente.
Eso sí, mantuvo las funciones cardiovasculares, respiratorias, renales, termorreguladoras y endocrinas, así como la altenancia sueño-vigilia. Juan Manuel no mostraba ninguna actividad voluntaria ni ningún tipo de contacto con el medio externo, hecho que no impidió que Milagros se hiciera cargo de sus cuidados e incluso le hablara para acompañarlo. Durante todos estos años de cuidados a su hijo, manifiesta Milagros, se ha sentido muy acompañada por sus otros tres hijos y por el personal del hospital, que se volcó en apoyarla.
Así, Juan Manuel ha fallecido siendo el último soldado de remplazo, puesto que administrativamente ha seguido figurando como soldado en servicio militar oblitatorio, manteniéndole esa condición para que pudiera seguir siendo atendido por la Sanidad Militar.
El decreto de suspensión del servicio militar obligatorio fue aprobado el 9 de marzo de 2001 para su aplicación a partir de diciembre de ese año en favor de la profesionalización de la carrera militar.