Tras dos años de parón por la pandemia la Semana Santa volvió a llenar nuestras calles de pasión por la más arraigada tradición de esta ciudad. Decenas de miles de nazarenos y de espectadores despejaron esa incógnita que algunos tenían sobre si se iba a ver perjudicada en participación, pero fue todo lo contrario. Además el tiempo, aliado indispensable de los desfiles procesionales, acompañó en todos y cada uno de los cortejos. Todos estos factores unidos compusieron una celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo que se puede calificar como extraordinaria. En esta amplia entrevista Jorge Sánchez Albendea hace balance del desarrollo de la Semana Santa de 2022 sin olvidar matices y cuestiones a mejorar dentro de un general tono de satisfacción.
– ¿Qué balance haces de esta Semana Santa?
Muy satisfactorio. Lo primero porque salieron los diez desfiles a la calle y con una participación igual que antes de la pandemia, si no superior en muchas hermandades. Debo destacar también la ausencia de incidentes dignos de mención y aunque es cierto que tenemos que analizar cuestiones que hemos apreciado nosotros en líneas generales estamos muy contentos.
– En cuanto a la participación se ha notado una especie de cierre de filas en torno a la Semana Santa tanto en nazarenos como en espectadores, gente que en otras circunstancias se hubieran ido o no hubieran venido a Cuenca no han faltado este año.
Este año no ha faltado nadie a Cuenca. En cuanto a los espectadores hemos notado un cambio del turismo que viene a visitarnos y que es más beneficioso para la ciudad. Y en cuanto a las filas muchas hermandades han aumentado su número, así que estamos muy satisfechos.
– Se había hablado en los meses previos a la Semana Santa de un cierto temor por cómo podían haber influidos estos dos años tan duros en la celebración pero me imagino que esos temores han quedado despejados.
Categóricamente podemos decir que la Semana Santa de Cuenca tiene unos cimientos muy sólidos. Ha habido una gran participación de niños, muchos de ellos por primera vez, así que creo que el relevo está más que suficientemente asegurado. Con la procesión infantil ya vi que esos temores eran infundados y ha quedado demostrado que Cuenca se ha unido en torno a su Semana Santa. Estos días cuando voy por la calle hay gente que está más alejada de la Semana Santa durante el año y que en esta ocasión ha visto todas las procesiones y ha participado mucho más activamente que otras veces.
“Categóricamente podemos decir que la Semana Santa de Cuenca tiene unos cimientos muy sólidos”
– Hemos sido muy afortunados porque hayan podido salir todas las procesiones, en otros sitios muy emblemáticos no ha sido así y después de dos años de suspensión por la pandemia algunas cofradías no han podido salir a la calle por la lluvia.
Esto ha sido como un premio que teníamos reservado y hemos librado todos los días. El Lunes Santo a partir de la 12 de la noche la previsión era de un 90% de lluvia y sin embargo llovió cuando ya estaba recogida la procesión. Y el Martes y el Miércoles, que parecían los días más peligrosos, cayeron cuatro gotas que no influyeron para nada en el desarrollo de las procesiones.
– ¿No hubo ninguna duda sobre salir o continuar la procesión en algún momento?
No, sí es cierto que la Amargura salió con los plásticos puestos del Obispado pero no salir o suspender ni se planteó siquiera en ninguna procesión.
– Decías que dentro de la satisfacción general por el desarrollo de esta Semana Santa hay cuestiones que hay que analizar y matizar. Si te parece entramos en esas cuestiones porque es importante saber en qué podemos mejorar, sobre todo a la hora de poner en la calle corporaciones en algunos casos con casi dos mil personas.
Hay cosas, sí, y aunque faltan por recibir los informes de los presidentes ejecutivos de las procesiones para poner el énfasis en lo que hay que mejorar, tenemos claro que hay cosas que matizar. La Semana Santa está en un momento muy bueno y para seguir mejorando debemos seguir cuidando los detalles. Más allá de cuestiones genéricas como las entradas o salidas mejor organizadas, retrasos en algunas procesiones y otras cuestiones hay cosas que hay que intentar mejorar.
– Te quería preguntar específicamente por el tema de los horarios y algunos retrasos significativos que ha habido este año, algo que a mí me parece importante respetar.
Yo quiero achacarlo a que había mucha participación y que eso hace que se vaya acumulando retraso. También es cierto que en algunos momentos quizá nos pudimos recrear demasiado. Coincido contigo en que es importante respetar los horarios en la mayor medida posible. Las procesiones de Cuenca tienen una gran seriedad y si tenemos unos horarios hay que intentar cumplirlos porque eso da empaque a una Semana Santa. Hay días que es muy difícil, como el Viernes Santo, donde tenemos un bendito problema porque tenemos tres procesiones en la calle. Este año quizá se hayan dado circunstancias especiales y por eso haya habido más retrasos pero yo soy muy cabezón en esto y quiero hacer ver a la gente que necesitamos ser más ágiles, como éramos antes.
“Las procesiones de Cuenca tienen una gran seriedad y si tenemos unos horarios hay que intentar cumplirlos porque eso da empaque a una Semana Santa”
– Hablábamos el día que estuviste en Bajo el banzo de cuestiones generales tales como el ambiente que rodea a las procesiones y todos nos referíamos al silencio. Yo he notado que hay sitios donde se respeta mucho ese silencio y donde daba gusto ver la procesión y otros donde realmente no había un ambiente propicio para ello. Las curvas de la Audiencia son un ejemplo del primer caso y la Plaza Mayor el paradigma del segundo. Es una pena que en el espacio más emblemático de la ciudad sea donde más ruido hay al paso de las procesiones.
Coincido contigo y creo que a todos los que nos gusta la Semana Santa coincidimos en eso. Una de las señas de identidad de nuestra Semana Santa es el silencio. También ha habido momentos en que se ha aplaudido, y no me gusta porque eso no es Cuenca. Lo bueno que hemos sacado es que hay sitios en los que los conquenses tenemos interiorizado que se debe ver la procesión en silencio, pero es muy triste que yo jamás le diga a ningún visitante que vea la procesión en la Plaza Mayor porque hay demasiado ruido. Y en la Puerta de Valencia también ha habido mucho escándalo, y me duele porque la gente que hay allí mayoritariamente es conquense. Debemos incidir mucho en el respeto del silencio y tendremos que hacer una campaña de concienciación para ello porque creo que a todos los que nos gusta la Semana Santa nos desagrada esta circunstancia.
– Me gustaría preguntarte por cuatro procesiones que me parece importante analizar y lo voy a hacer por orden cronológico. En primer lugar la del Domingo de Ramos, que se ha convertido en un día enormemente masificado, sobre todo en la zona de la Plaza Mayor, y aunque es muy bonito ver a tanta gente esto siempre lleva aparejado hacer algunos ajustes. ¿En cuanto a la procesión qué valoración haces de cómo está en estos momentos?
Es una procesión que ha crecido en nazarenos una barbaridad, la participación es enorme. Es una procesión que tiene un componente de alegría que no tienen otras a lo que hay que añadir que es la primera, todos estamos con muchas ganas y tiene un horario magnífico para que haya una cantidad enorme de público y nazarenos. Organizativamente, que es para lo que nosotros estamos, sólo nos supone motivos de satisfacción. Ojalá cada vez participe más gente en la Eucaristía de la Catedral porque me gustaría que se entendiera que desde la bendición de palmas es una procesión litúrgica.
– El alcalde ha declarado que habrá que ver con la Junta de Cofradías qué se puede hacer con ese día, pero yo entiendo que la responsabilidad de la Hermandad decae en cuanto entra la Virgen en la Catedral y termina el desfile.
Estoy seguro que lo que ha dicho Darío es por la colaboración tan grande que hay entre Ayuntamiento y Junta de Cofradías y que nosotros ayudamos al Ayuntamiento en todo lo que está en nuestra mano, pero evidentemente la Junta de Cofradías no tiene absolutamente ninguna competencia que no sea organizar una procesión y ayudar a las Hermandades a que todo salga bien. Como ciudadano a mí no me gusta lo que ocurre después de la procesión del Domingo de Ramos. No me gusta leer en Voces la crónica de una procesión maravillosa y al lado una noticia con el parte de incidencias, no me gusta eso, pero no tiene nada que ver con nosotros, fuera de la procesión no somos nadie. De todas formas me gustaría destacar que también me ha dolido ver la llegada de la procesión a la Plaza Mayor y a gente recibiéndola con cajas de botellines en el suelo, me duele ver a un conquense viendo la procesión con un botellín en la mano porque me atrevería a decir que es casi una falta de respeto.
“Como ciudadano a mí no me gusta lo que ocurre después de la procesión del Domingo de Ramos. No me gusta leer en Voces la crónica de una procesión maravillosa y al lado una noticia con el parte de incidencias, no me gusta eso, pero no tiene nada que ver con nosotros”
– También quería preguntarte por el Martes Santo, ya que este era el segundo y último año de la prueba de adelanto de horario y del orden de subida de las Hermandades. ¿Cómo ha resultado esta prueba? ¿Crees que se debe mantener?
Con toda la prudencia del mundo y después de hablar con todas las Hermandades debo decir que todos estamos encantados y que ha sido un acierto muy grande, porque todos los objetivos que se plantearon con este ad experimentum se han cumplido. Creo que ha sido un acierto pleno y ojalá que se apruebe de manera definitiva.
– ¿La idea es seguir así, con la salida al mismo tiempo de Medinaceli y San Juan Bautista y que suban de manera independiente o unificar toda la procesión y que suba sin corte?
La idea de hacerlo experimental era para que se quedara como está ahora y que se quede así.
– Ahora le llega al turno de la procesión Camino del Calvario, que es una procesión con unas características especiales y que siempre genera ríos de tinta. ¿Qué balance haces de esta procesión?
La Procesión Camino del Calvario es muy complicada porque no es una procesión al uso, hay muchos componentes, la salida, la entrada, la Puerta de Valencia, el monumento a los turbos, etc…, es muy complicada. El balance sigue siendo satisfactorio a nivel general pero como nuestro deber es ser críticos hay que decir que seguimos teniendo ese grupo de indeseables que están delante del guión del Jesús impidiendo el avance de la procesión, algo que sigo sin entender. Es de destacar que la turba en general ha mejorado mucho su comportamiento y sus participantes. Cualquiera que observe la procesión se da cuenta de que hay dos Turbas diferentes, la inmensa mayoría magnífica, con familias completas, incluso con niños, que van avanzando tranquilamente, haciendo sus corros, es muy bonito, pero junto al guión del Jesús hay un grupo de personas que yo no sé qué se creen que es esto y me duele que no consigamos echarlos, y digo echarlos porque veo que después de tantos años siguen sin entender que ni los hermanos del Jesús ni una empresa de seguridad están para empujarles y que la turba está para acompañar al Jesús. Ojalá en lugar de 2.000 tuviéramos 7.000 pero acompañando al Jesús, no impidiendo su avance, y es cierto que durante la procesión hubo momentos de tensión porque los hermanos del Jesús y los miembros de la compañía de seguridad son de carne y hueso y aguantar eso durante toda una procesión es muy complicado.
“Seguimos teniendo ese grupo de indeseables que están delante del guión del Jesús impidiendo el avance de la procesión, algo que sigo sin entender”
– Hay que añadir un tercer perjudicado en esto además de los hermanos del Jesús y los miembros del grupo de seguridad que es el público que quiere ver la procesión desde la acera y no puede porque literalmente esos turbos a los que te refieres arrasan con ellos en muchos sitios del recorrido, donde sólo se puede ver la procesión desde los balcones porque en la acera es imposible. Y hablo de un porcentaje muy importante del recorrido. Y ahí Las Turbas de Cuenca, que se han constituido en asociación de fieles y que van a estar en la Junta de Cofradías, deben tomar cartas en el asunto.
Eso es evidente, se ve. Yo que sigo la procesión para que nadie me tenga que contar lo que pasa lo veo clarísimamente, y pasa en zonas muy anchas como Carretería incluso. Y eso me duele todavía más, porque esa gente a la que aludía antes no sólo está boicoteando la procesión sino a los espectadores, a los que les da miedo ponerse en según qué sitios y se retraen. Hay determinados puntos en los que antes de que llegue la procesión hay un trabajo de bomberos y protección civil que tienen que ir avisando al público de que no se ponga en determinados sitios porque viene una avalancha. Todo ese problema, más otros, nos lo están generando esas personas que se ponen delante del guión del Jesús. Ojalá que esta posible incorporación de Las Turbas de Cuenca a la Junta de Cofradías suponga que si esas personas pertenecen a Las Turbas actúen contra ellos igual que cualquier hermandad actúa contra cualquier hermano suyo que saca el pie del tiesto. Porque la integración supone una serie de derechos pero también una serie de obligaciones.
– En la Procesión En El Calvario hay un cierto desajuste cuando se incorporan las hermandades de El Salvador ya que Descendimiento y Angustias tienen que esperar a que se unan al cortejo y tienen que estar mucho tiempo parados y se resienten sus filas porque sus hermanos lo saben y se incorporan más tarde, sobre todo los de las Angustias, y más en un año como este de mucho calor. ¿Os planteáis algún tipo de modificación del orden de ascenso a la Plaza Mayor para evitar estos problemas? ¿Algo semejante a lo hecho el Martes Santo?
Este año se ha acumulado un retraso en la salida de la procesión y además hacía un sol tremendo que hacía angustioso ir debajo del capuz. Cambiar el orden de la subida a mí me chirriaría mucho porque el Martes no está todavía hecha la cronología pero En El Calvario no veo que vaya un crucificado y luego un paso subiendo a Jesús a la Cruz. Lo que tenemos que hacer es cumplir los horarios y agilizar al máximo la salida de las hermandades porque si no se complican las cosas. La salida de las hermandades de El Salvador es complicada pero está estudiada desde hace años y se intenta hacer muy rápida, pero sí que es verdad que en días en los que se genera incertidumbre por la hora de salida junto con el enorme calor que hacía las cosas se complican y la subida a la Plaza Mayor fue difícil.
– Algunos años pretéritos muy duros me comentabas la tristeza tan enorme que tenías al llegar a tu casa el Domingo de Resurrección. ¿Qué has pensado este año?
Estaba muy contento porque todo el mundo estaba muy contento. El tener un cartel que ha gustado a todo el mundo, el pregón que a mí me encantó por el sentimiento de fe que transmitió, el desarrollo de toda la Semana Santa. Yo soy feliz porque veo a la gente feliz y eso es para mí muy importante, porque es cuando vi que todo el trabajo y el tiempo que se invierte vale la pena.