– Ahora que se empieza a vislumbrar una salida al confinamiento el gobierno de España ha planteado unas fases para llegar a lo que se ha denominado la nueva normalidad. ¿Cumple el Área de salud de Cuenca las condiciones que ha establecido el Ministerio de Sanidad para avanzar en esta desescalada?
Hay dos cuestiones que nos afectan directamente para el desconfinamiento, que son si tenemos suficientes camas de hospitalización y suficientes camas de críticos, donde lo indicado es que hay que duplicar las habituales. En el caso de los críticos tenemos dos veces y media más de las camas que teníamos, la dotación de Cuenca es de 12 camas y tenemos disponibles 29, por lo tanto ese criterio lo cumplimos. En cuanto a las camas de hospitalización el nivel de ocupación hoy es de un 35%, o sea que también tenemos suficientes camas para asumir cualquier pico de ingresos y además tenemos la posibilidad de desplegar 100 camas más en dispositivos diferentes al hospital, que son el policlínico y el gimnasio de rehabilitación, en el que hay una instalación de oxígeno medicinal para todas las camas, ganchos para poder colgar de rieles los sueros y mobiliario suficiente, y nos hemos comprometido a que podríamos abrir dos plantas del policlínico con 60 camas si fuese necesario en menos de cuatro horas, por lo tanto en este punto también cumplimos con las condiciones impuestas por el ministerio. Y luego otra cosa que nos pide a la organización sanitaria es que seamos capaces de detectar los casos nuevos, facilitar su aislamiento y poner en cuarentena los contactos que hayan podido tener esos nuevos pacientes, o sea que seamos capaces de prevenir el desarrollo de la infección cortando la cadena epidemiológica, hay que tener en cuenta que también hay un porcentaje de personas que están inmunes y esto también es una barrera contra el desarrollo de la epidemia.
– ¿Qué papel va a jugar la atención primaria en este proceso?
Los equipos de atención primaria tienen muchísima importancia en la detección de nuevos casos y en su aislamiento. Ya se está facilitando la posibilidad de dar los tratamientos con distintos medicamentos a través de la atención primaria y luego si somos capaces de detectar los casos y desde allí solicitar distintas pruebas para ver el alcance de la enfermedad creo que estamos en condiciones óptimas para cumplir este criterio que también pide el Ministerio de Sanidad para poder desescalar.
– ¿Está prevista la creación a corto plazo de una consulta monográfica de coronavirus como la que se ha puesto en marcha en el centro de especialidades de Toledo?
En principio no y no creo que sea necesaria en nuestra provincia. Todos los enfermos de coronavirus han estado en el servicio de medicina interna o en el servicio de neumología, que son los que han determinado si se les aplicaba la ventilación no invasiva, llegando a tener 20 pacientes con ella. Estos dos servicios tienen consultas monográficas en sus dos especialidades para revisar a los pacientes de coronavirus y tienen el apoyo de radiología y de análisis para valorar cuál es la situación actual porque al paciente hay que seguirlo para ver las secuelas de la infección en sus enfermedades previas y para ver que se cura. Esto lo van a hacer las consultas de neumología y de medicina interna y luego las personas que ha sido dadas de alta se las ve en el centro de salud y los médicos de esos centros también pueden pedir pruebas radiológicas, análisis y test diagnósticos. Por lo tanto entre estos servicios pueden revisar a todos los pacientes de coronavirus del área de Cuenca.
“Estamos en condiciones de hacer más de 150 PCR al día y con eso seríamos autosuficientes”
-¿Al principio de la pandemia detectaron un aumento de atención a pacientes de otras comunidades autónomas?
Sí, sí, un factor importante para hablar incluso de la mortalidad en Castilla-La Mancha y en Cuenca es la cercanía con Madrid. La tasa de infección de Madrid es 121 casos por 100.000 habitantes y la de Cuenca 114 pero ha estado muy influenciada. El primer paciente que ingresamos era un paciente que venía de Tarancón pero que la semana anterior había estado viviendo en un piso en Madrid, o sea que Madrid ha influido mucho en los casos de aquí. En los primeros días hicimos un recuento para ver qué estaba pasando y un 6,5% de los pacientes ingresados en la primera oleada eran madrileños, acabaron en nuestro hospital pero su domicilio habitual estaba en Madrid.
– Numerosas voces están pidiendo muchos más tests de los que se hacen para conocer el alcance real de la infección en la población y evitar posibles rebotes cuando las calles y los centros de trabajo, sobre todo para conocer esos casos asintomáticos que son un vector de transmisión muy importante y también para conocer el nivel de inmunidad de la población. ¿Qué es lo que tiene que hacer a este respecto? ¿Se están haciendo suficientes tests?
Antes he comentado que hemos hecho más de 7.000 tests en el área de Cuenca. Empezamos con problemas porque esto no lo esperaba nadie y las instrucciones del SESCAM es que había cuatro máquinas que hacían la PCR y nosotros teníamos que enviar las muestras a Guadalajara. Nosotros tuvimos un desbordamiento inicial, las máquinas se contaminaron y tuvieron que parar, desde entonces hemos ido trabajando y dotándonos de máquinas para poder hacer la PCR. En estos momentos tenemos dos máquinas que hacen la PCR con carga individual y podemos hacer unas 50 al día pero ya hemos puesto en marcha otra máquina que estamos aprendiendo, porque esto no se improvisa y hay que hacer determinadas comprobaciones, y ayer ya pusieron en marcha una máquina que tenemos desde hace unos días que puede hacer un panel con muchas muestras a la vez, ya se han formado los profesionales y ahora mismo estamos en condiciones de hacer más de 150 PCR al día y con eso seríamos autosuficientes. Tenemos también la serología con máquinas específicas que probablemente en un mes ya darán IGG IGM, que junto con la PCR nos permitirá tener mucha información sobre el estado de inmunidad de la población. Estamos en condiciones de decir que Cuenca va a ser autosuficiente en los métodos diagnósticos y de manera holgada.
– ¿Qué recomendaciones da usted a todas esas personas que a partir del próximo lunes van a salir de sus casas para ir retomando una mayor actividad?
Pues que sigan las recomendaciones que nos hacen los expertos, que guarden la distancia de seguridad, que si tienen síntomas no salgan de casa y consulten con su médico, que si han de utilizar mascarilla que lo hagan y que nos lavemos mucho las manos, más que los guantes lo importante es lavarse muchos las manos o con agua y jabón o con solución hidroalcohólica y que si se tose se haga sobre la plexura del codo o sobre un pañuelo desechable que se tira de inmediato. El desescalamiento en periodos de 14 días nos permitirá observar qué ocurre en esos días que son el periodo máximo de incubación de la enfermedad y si hay que tomar otras medidas se tomarán.
“El clima puede tener una influencia sobre la expansión del virus, estamos viendo cómo en las zonas más cálidas de costa y en Andalucía hay menos incidencia que en el resto del estado español”
– Le voy a preguntar por algo de lo que se habló mucho al comienzo de la enfermedad pero que luego parece que ya no se habla tanto que es de que las altas temperaturas son muy dañinas para el virus y que ayudarían mucho a parar al menos esta ola. Lo digo porque parece que por fin viene el buen tiempo y no sé si eso puede realmente ayudar.
No lo digo yo, lo dicen los expertos y lo reconocen en el Ministerio de Sanidad, el clima puede tener una influencia sobre la expansión del virus, estamos viendo cómo en las zonas más cálidas de costa y en Andalucía hay menos incidencia que en el resto del estado español, podría ser, lo dicen los expertos no lo digo yo. Las epidemias de gripe no se dan en verano y es un virus también así que probablemente el calor tenga influencia en la expansión del virus, ojalá sea así.
“Pido perdón a los que no se hayan sentido lo suficientemente bien tratados como familiares de alguna persona que ha fallecido pero estábamos desbordados por la situación que teníamos encima”
– Quisiera preguntarle por su experiencia personal durante todo este proceso, ¿qué sentimientos ha tenido usted al ver que se nos echaba encima una enfermedad tan dañina, de una manera tan rápida y con tantas víctimas?
Fue dramático al inicio, la gente acudía en masa, hubo algún día que tuvimos 49 ingresos sin altas, porque eran los primeros días, y el hospital tiene las estructuras que tiene. Tuvimos que empezar a montar todo tipo de recursos, nos adelantamos un poquito ya antes de empezar la pandemia, leyendo lo que leíamos hicimos peticiones de respiradores no invasivos, alquilamos algunas cosas, aumentamos las camas de UCI, pero aun así nos desbordó por completo, fue una situación dramática no vivida. Las placas de tórax eran asombrosas porque había una patología que no habíamos visto, es que ingresaban 40 personas con neumonía bilateral, jóvenes y mayores, nunca habíamos tenido tantas personas con posibilidad de insuficiencia respiratoria y se empezó a llenar el hospital y a enviar a los enfermos a la UCI y aquello no paraba, tuvimos que poner muchos recursos en marcha, no llegamos a colapsarnos pero la situación fue dramática para todos. Los clínicos de todas las especialidades se pusieron a las órdenes del jefe de medicina interna, tuvimos que enviar enfermos a Recoletas, montamos dispositivos en el policlínico, fue una situación dramática pero llegamos a controlarla en el sentido de que no nos desbordó nunca, hubo siempre camas para ingreso y camas de críticos para todo el que lo necesitó pero la situación como médico es una situación que ninguno de nuestra generación hemos vivido y que ojalá nunca la volvamos a vivir. Era un cúmulo de personas muy graves que teníamos que atender y si un solo muerto ya es demasiado los muertos que ha habido son inasumibles y hay que recordarlos. Algunos son profesionales nuestros, lo que ha sido tremendo para todos los profesionales de este sector. Ha sido tremendo también para las familias y pido perdón a los que no se hayan sentido lo suficientemente bien tratados como familiares de alguna persona que ha fallecido pero estábamos desbordados por la situación que teníamos encima, teníamos que atender a todo el mundo y tendremos que pedir perdón a las personas que han por desgracia más de cerca esta enfermedad y yo lo hago ya pero me imagino que a todos los responsables que hemos sido de todas las urgencias sanitarias tendremos que pedir perdón a mucha gente porque probablemente por la situación no pudimos hacerlo todo lo bien que hubiéramos querido.
¿Este virus ha venido para quedarse? ¿Es previsible que haya una nueva oleada en otoño o en invierno?
No sé, no lo sabemos, pero yo temo el invierno, espero que pasemos bien el verano y que en octubre y noviembre empecemos a ver lo que pasa. De todas formas la nueva oleada nunca va a ser como la primera que pasamos, esa la aguantamos y estamos preparados para asumir cualquier otra oleada que venga y yo creo que el punto crítico será, si esto sigue así y no se descubre una vacuna o un tratamiento eficaz o no aumenta mucho el número de personas inmunizadas que sean una barrera contra la epidemia, ver qué pasa en el invierno si se suma la gripe al coronavirus. Si ahora ya le recomendamos a todas las personas que están en los grupos de riesgo que se vacunen contra la gripe en este caso todavía más, que no lo duden siquiera, porque si tenemos que atender a la epidemia de gripe y además al coronavirus el sistema sanitario volvería a estar en crisis. Si no hay vacuna todavía del coronavirus al menos que se vacune todo el mundo de la gripe y sólo tengamos que atender a los enfermos de coronavirus.