“Hace falta sacar los libros a la calle”. Así de contundente se ha mostrado el autor Juan Eslava Galán, pregonero de la Feria del Libro ‘Cuenca Lee’ 2022, quien ha hecho un ameno recorrido por el desarrollo de la lectura en España desde la Edad Media, época de la que es especialista, hasta la actualidad. Un pregón que ha arrancado sonrisas entre los asistentes en muchos de sus momentos.
El conocido escritor, ganador del Premio Planeta en 1987, ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida a la actual edición de la Feria del Libro, organizada por Ayuntamiento de Cuenca, Diputación Provincial y Junta de Comunidades con la colaboración de la Asociación de Libreros y Papeleros de Cuenca. Un pregón que ha sido presentado por la periodista Helena Lázaro y que se ha iniciado con un minuto de silencio por el asesinato machista que ha sucedido esta mañana en Tarancón.
Al acto han asistido el alcalde de Cuenca, Darío Dolz; el presidente de la Diputación Provincial, Álvaro Martínez Chana; la delegada de la Junta de Comunidades en Cuenca, María Ángeles Martínez; la subdelegada del Gobierno en Cuenca, Mari Luz Fernández; el concejal de Cultura, Miguel Ángel Valero; la diputada provincial de Cultura, Fátima García; y la coordinadora de Cultura del Gobierno regional, Yolanda Rozalén; entre otras autoridades de diferentes administraciones y concejales de la Corporación municipal.
Una vez finalizado el pregón, todos ellos han realizado un recorrido por la veintena de stands ubicados en Plaza de España en una jornada que ha finalizado con la firma de ejemplares por parte del autor protagonista y con la actuación del grupo musical ‘The Heart Swingers’.
Juan Eslava Galán ha iniciado su pregón con un recorrido por las menciones que a la ciudad de Cuenca han hecho diversos autores, sobre todo medievales, para contar su experiencia “hace treinta y tantos años”, cuando él mismo vino a conocerla para escribir su novela porque “para ser exactos con las descripciones hay que ir al sitio”.
“Escribimos mentiras para decir verdades”
Un texto con el que ha puesto en valor el trabajo de escribir, afirmando que los autores “escribimos mentiras para decir verdades”. A partir de ahí ha hecho un exhaustivo recorrido por cómo la importancia de la lectura ha ido variando con el paso del tiempo, desde la Edad Media “que te podía llevar a la hoguera”; pasando por el siglo XIX, cuando “empieza a cundir el agrado por la lectura”; hasta la actualidad, apuntando que “a la afición por la lectura le ha costado trabajo imponerse, pero al final se ha impuesto”. Un momento en el que la novela compite con el cine, internet o las redes sociales que, a su juicio, “nunca pueden suplir a la novela, son materias distintas”. Pese a ello, ha expresado preocupado, los índices de lectura en España son muy bajos, “casi a la cola de Europa”, por lo que “hace falta sacar los libros a la calle”.
También ha hablado sobre ser autor, apuntando que “es conveniente que el novelista haya leído y haya vivido”, y renegando de las clásicas clasificaciones para los libros, asegurando que sólo hay dos géneros: “las novelas buenas y las novelas malas”. Así, “aparte de los clásicos, que siempre hay que leerlos”, ha dicho que basta “con leer las diez primeras páginas” para saber si un libro gusta al lector, pues “la literatura es gigantesca y la vida es corta, y no debemos leer cosas que no nos están gustando”. Así, ha finalizado Eslava Galán, “hay que amar la literatura, la literatura nos ensancha el espíritu. Ya que la vida no la podemos alargar, sí la podemos ensanchar por medio de las novelas”.