¿Es Cuenca una ciudad saludable? Notable alto en calidad del aire y suspenso en transporte público

La capital conquense ocupa el puesto 88 de 122 entre las urbes analizadas en un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona basado en trece parámetros

¿Qué es lo que hace que una ciudad sea más o menos saludable en comparación con otras o con la situación de la propia urbe hace unos años? A esas y otras preguntas ha tratado de contestar con método y rigor el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación «la Caixa» que ha presentado la herramienta Índice de Diseño Urbano Saludable (IDUS).

El IDUS es un índice compuesto que evalúa 917 ciudades europeas a partir de 13 indicadores relacionados con la salud y el bienestar de las personas y divididos en cuatro ámbitos: diseño urbano, transporte sostenible, calidad medioambiental y accesibilidad a espacios verdes. Es el resultado de un trabajo científico publicado en The Lancet Planetary Health.

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Entre las casi 1.000 urbes analizadas se encuentra Cuenca, que obtiene una puntuación media de 5,03 puntos sobre 10 (un aprobado ‘raspado’ si se quiere trasladar el análisis a terminología académica salvando muchos matices) y un comportamiento muy desigual en función de cada indicador.

Así, la capital conquense obtiene su mejor calificación, rozando el Sobresaliente, en calidad del aire medida en función de las partículas PM 2,5: un 8,74. Los niveles medios anuales son de 7,83 µg/m³. Si se toma como referencia la cantidad de dióxido de nitrógeno, la nota es un 7,71, fruto de unos valores medios de 17,49 µg/m³. A pesar de estas cifras, el informe apunta que si la capital conquense tuviese los niveles más bajos entre todas las ciudades estudiadas, se podrían evitar 14 muertes al año por este motivo.

También destaca y cosecha sendos Notables en los indicadores «desarrollo de mediana altura» y «oportunidades para caminar«, con un 7,68 y un 7,19 respectivamente. En el primer caso el informe constata que el 84,91% de los edificios de la ciudad están en el rango de 5-6 plantas, que se considera el más idóneo. En el segundo, apunta que hay un 36,21% de infraestructuras para caminar frente a la longitud total de las carreteras.

Un 57,25% de la población tiene acceso a área verde de al menos cinco hectáreas en un radio de dos kilómetro de su domicilio, por lo que Cuenca recibe un 5,72 en acceso a grandes espacios de ese tipo.

Otros aprobados -o Suficientes si se recurre a la nomenclatura escolar más extendida- hacen referencia a materias relacionadas, como acceso universal a los espacios verdes (5,47) y verdor circundante (5,48). Uno de ellos analiza cuántos habitantes tienen una zona de este tipo de al menos media hectárea a menos de 300 metros de su domicilio (54,68%) y el otro refleja que un 54,83% residen en una zona que cumple los valores objetivo de vegetación basados en el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada.

Peor nota se obtiene ya en la densidad de viviendas: un 4,43. Hay 22,46 viviendas por hectárea cuando el número de viviendas por hectárea considerado óptimo se sitúa entre 45 y 175.

El IDUS otorga a la ciudad de Cuenca un 3,6 en el apartado de islas de calor urbano en una escala entre -8 y 7 basada en el efecto de isla de calor urbano, donde los valores más altos indican un mayor efecto. «El fenómeno de la isla de calor urbana (ICU o UHI en inglés), es un efecto climático que se produce cuando las áreas urbanas experimentan temperaturas considerablemente más altas que sus alrededores rurales debido, entre otros factores, al proceso de absorción, retención y
liberación de calor que se produce en los materiales de construcción que conforman nuestros edificios y calles», explica un documento del Congreso Nacional de Medio Ambiente.

También hay suspenso en permeabilidad. Un 3,4 o, lo que es lo mismo, un 34,59% de de personas con acceso al nivel objetivo de superficies permeables marcado por el estudio.

Las peores calificaciones, no obstante, se obtienen en «oportunidades de ir en bicicleta«, con un 2,13, y en «paradas de transporte público«, con un 1,1. El informe apunta en ese sentido que solo hay un 1,59% de infraestructura ciclista tipo carril bici en proporción a la longitud global de carreteras y que únicamente un 10,97% de la población tiene acceso al menos a una parada de autobús en un radio de 300 metros desde su domicilio.

Por cuestiones metodológicas no se ha valorado el campo Compacidad, basado en la concentración de edificios y desarrollo urbano.

88 de 122 en España

En el ranking global, Cuenca ocupa el puesto 424 de 638 entre las áreas urbanas pequeñas, aquellas que tienen entre 50.000 y 200.000 habitantes. En esa categoría, la ciudad que se erige como más saludable es la española Pamplona (6,80 de nota) seguida de la suiza Ginebra (6,65) y la británica Harlow (6,64).

En la comparativa nacional, e independientemente del tamaño de ciudad, la capital conquense queda en la posición 88 de 122. Por encima quedan urbes como Ávila, Zamora, Guadalaja, Madrid, Valencia o Lugo y por debajo otras como Ponferrada, Albacete y Ciudad Real.

No obstante, «el IDUS no pretende ser una clasificación final de las ciudades, sino más bien una primera aproximación utilizando únicamente datos espaciales abiertos para ver cómo las ciudades europeas de todos los tamaños se desempeñan y comparan en términos de proporcionar un diseño urbano saludable a sus residentes», dice Mark Nieuwenhuijsen, director del programa de Clima, Contaminación del Aire, Naturaleza y Salud Urbana de ISGlobal.

«Las ciudades de tamaño similar a menudo se enfrentan a retos y oportunidades similares y proporcionar una alta resolución espacial de los indicadores y las puntuaciones combinadas del IDUS puede ayudar a localizar problemas y desarrollar estrategias de intervención específicas. Nuestro IDUS es un trabajo en curso e invitamos a las comunidades de investigación, planificación urbana y política a seguir desarrollando esta herramienta en el futuro y a poner a disposición otros indicadores relevantes», añade Nieuwenhuijsen.